No cabe duda de que los celos del pasado son irracionales e injustos, pero hay una situación en la que sí pueden estar justificados: cuando él o ella cambia y deja de dar o sentir lo que dio o sintió por otras o por otros.
Los celos retrospectivos suelen estar vinculados al sexo, y, para que afloren, hay que conocer los detalles. Por eso resulta muy arriesgado preguntarle a tu pareja por su pasado sexual. Puede ser un aliciente morboso mientras no hay carencias, pero es posible que te arrepientas en el futuro si él o ella dejan de implicarse.
Si el sexo desaparece, la pareja se convierte en dos compañeros de piso. Es el único escenario en que este tipo de celos pueden tener un sentido. Nadie quiere ser menos que los demás.
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