Porque hasta los más hdp tienen cualidades... Como ya expusieron, a un sujeto yo lo puedo percibir en la universidad o el trabajo como un auténtico antipático, y en casa o con su círculo íntimo ser el más dulce, carismático y tierno del mundo. Defectos y virtudes van de la mano, y cuando nos enamoramos tendemos a idealizar y ver más las cualidades que los defectos.
Si bien, hay que poner en una balanza ambos aspectos, yo me inclinaría más por admirar las cualidades del ser humano, sin perder de vista los defectos, para evitar sorpresa.
|