El sexo anal es delicado, porque es la práctica que más riesgos conlleva de entre todas las prácticas sexuales. La persona que es penetrada tiene el riesgo mayor de sufrir inflamación, desgarramientos y sangrado rectal. El tejido rectal es comparativamente más delgado y delicado que el de otras porciones del intestino. También es más susceptible a cualquier tipo de infección, incluidas las infecciones sexualmente transmitidas. Cualquier infección sexual, y muchas no sexuales, pueden adquirirse por vía anal. La persona que penetra también se lleva su parte: tiene menos riesgos de infeccones sexuales, pero un riesgo aumentado de amebiasis peneana e infecciones relacionadas a la flora intestinal.
En todo caso, se puede disminuir grandemente el riesgo de infecciones usando condón. El condón debe ser apropiado a este tipo de prácticas: debe ser del tipo Extra Fuerte (Trojan Exgtra Fuerte, caja roja, Durex Extra Fuerte o Extra Seguro, Triángulo). Conseguir un lubricante apropiado, es indispensable para prevenir problemas como inflamación, desgarramiento, sangrado, y hemorroides.
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