Yo creo que eso va en el temperamento de cada persona. Hay quien es frío y que nunca lo va a dejar de ser, mientras que otros son más cariñosos y entusiastas cuando están con una persona a la que quieren. Yo soy de estos últimos. Las veces que me he enamorado he tratado en todo momento de hacerlo potente, tanto con palabra como con gestos cariñosos, quizá incluso con demasiado énfasis e intensidad, pero es que soy de sangre caliente, no puedo evitarlo.
|