Rubén no entiende. Quiere forzosamente una solución para que como por arte de magia su pareja guste de lo que a él le gusta y no acepta lo que es evidente.
Otra vez resuena el eco de que lo que quieres es obtener placer.
Nuevamente, egoísta. No creas que ella saca mucho tomandote de la mano. Que no tenemos terminales que den placer sexual ahí.