A veces nos cuesta discernir lo que es dignidad y lo que es orgullo... dos caras antagónicas, una buena y una mala... y ojo, bueno y malo para uno mismo.
En primer lugar, felicidades por tener el valor de no haberlo buscado, y no haber respondido a sus tanteos, es algo que no es común y dice mucho de ti cómo persona, pero quizás sea la piedra angular...