Ya ves a lo que ha conducido el orgullo de ignorarle cuando quiso arreglarlo. Él se disculpó por sus malos modos del momento, pero tú parece ser que olvidaste qué lo provocó, y optaste por castigarle...
Normal que se enfadara en el momento. Cuando lanzas un balón sorpresivamente no es difícil predecir lo que puede pasar, así que no sé cómo se te ocurrió. Que sea de broma no quita que haga daño.
...