Obviamente, los pensamientos privados no se pueden controlar, no podemos leer la mente a nadie. Pero lo peligroso es que esos pensamientos lleguen a hacerse realidad.
Un hombre puede mirar el culo y las tetas a cualquier mujer que le guste y hacerle comentarios sobre sus curvas, siempre que no esté comprometido con mujer alguna. Pero si está emparejado es porque...