He contado mi historia mil veces y para los que no la conozcan no deja de ser la típica ruptura traumática con engaños de por medio y una gran depresión.
Ayer hizo un año que mi ex me pidió un tiempo (vamos que se había liado con una amiga y no se atrevió ni a reconocerlo ni a dejarme con valentía). Me hundió en la miseria porque él era toda mi vida, llevábamos desde los 17 años juntos y no me dio motivos para pensar que quería cortar... Era mi primer novio, mi príncipe azul, mi mejor amigo...
Pasé unos meses muy malos en los que no me valoraba lo suficiente, siempre pensando en que ojalá me volviera a escribir porque le perdonaría sin dudarlo. Soñaba con él todas las noches, dejé de comer, me pasaba el día llorando... Nunca pensé que saldría de ese agujero. Jamás pensé que pudiera llegar a enamorarme de otra persona. Pero lo más importante: Jamás creí que pudiera desestimar la idea de volver con él.
Pero pude.
Y no ha sido fácil... Me refugié en el ejercicio, en los amigos, en la música, la literatura... Y un año después puedo decir que estoy más en forma que nunca, que he aprendido un montón y sobre todo que JAMÁS volveré con él. NI QUIERO, NI SE LO MERECE.
También ha tenido mucho que ver el hecho de que me haya enamorado de un chico y lleve saliendo un tiempo con él.
Pero en resumen, para todas aquellas personas que estén sufriendo tantísimo y piensen que nunca se las va a pasar el dolor, se pasa. Claro que se pasa. Y esa persona que nos ha rechazado pero por la que seguiríamos dando la vida y esperando eternamente, se olvida.
Ojalá hace hoy justo un año alguien me hubiera dicho estas palabras con tanta seguridad. Y ojalá le hubiera creído.