Hoy me he levantado con esta noticia que quiero compartir con vosotros. INDIGNANTE!!!!
Los problemas en el matrimonio de esta pareja china comenzaron cuando nació la hija. Era tan fea que le horrorizaba y como no se parecía a ninguno de los dos el hombre sospechó que su mujer lo había engañado, según publicó el portal Planet Ivy.
El conflicto destapó una situación inesperada. No había existido infidelidad, como creía Jian Feng, pero sí engaño.
Su esposa admitió que años antes se había sometido a una cirugía estética para mejorar su aspecto. La mujer se había gastado 100.000 dólares en pasar por el cirujano y hacerse algunos retoques.
Después que el marido supo la verdad decidió divorciarse y demandarla, tras alegar que ella le consiguió casarse con ella de manera fraudulenta.
Su esposa perdió la demanda, con toda seguridad, un juez hombre, y Feng ganó 120.000 en el caso.
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