Hola compañero,
Antes de nada, lamento que hayas pasado por algo así. Sé muy bien cómo te sientes porque yo acabo de salir recientemente de un desengaño similar (aunque más largo en el tiempo y con matrimonio de por medio). Pero en el fondo sé cómo te sientes.
Sé a lo que te refieres con lo de la dependencia emocional, y con lo de la idealización. Yo estoy en esa fase. O bueno... he estado y empiezo a salir poco a poco de ella, aunque a veces me vengan ramalazos de nostalgia.
Estar en una relación de pareja con alguien que verdaderamente no sabe lo que quiere... al final siempre acaba mal. Y lo peor no es que no te des cuenta tú, que al fin y al cabo te entregaste y comprometiste con ella y con la relación. Lo peor es que esa persona, esa chica, no sepa qué quiere verdaderamente de la vida y, especialmente, de las personas.
No sé si te servirá de algo leerte mi caso, pero puede que sí ya que seguro que alguna similitud encuentras (falta de autoestima, inseguridades, miedos, aburrirse de pronto y sin mediar palabra de la pareja, etc.). Si quieres echarle un vistazo está en el apartado de infidelidades.
Pero continando con tu tema... Sí, es muy duro lo que ahora te toca vivir. Porque ahora mismo, y como te han dicho ya antes, ella te ha olvidado. O cuando menos está en proceso de hacerlo. Y eso, francamente, siempre es un palo duro para el que se ha entregado. Porque la indiferencia puede asfixiar mucho para el que se queda ahí, aún con el corazón palpitando por quien se va.
No obstante... ese dolor pasa antes o después. Yo cuando ingresé a este foro me encontraba en un estadío de dolor inmenso, y ahora... he ido rebajándolo. El tiempo, al final es verdad, todo lo cura. Hay veces que tarda más, y otras menos. Pero al final lo cura.
Lo que nunca vas a poder curar es la cicatriz que esa herida te deje. Pero la herida que hoy te duele... el día de mañana la verás en forma de cicatiz y no dolerá nada. Recordarás cosas, pero será desde una perspectiva que no te haga daño, no te haga lamentarte, ni suspirar, ni romper a llorar, ni sentirte roto.
Yo, a un mes tras el descubrimiento de mi infidelidad, aún me cuesta hacer planes para distraerme. Y me cuesta porque todo me recuerda a ella (los lugares, las actividades, los sonidos y hasta los olores). Pero también te digo que lo mejor que puedes hacer es tirarte a hacer planes sin pensarlo mucho. De ese modo te comprometes y te obligas a pasar un rato con gente, en otro ambiente y con otras conversaciones más allá que las que tú tienes a diario, y sobre todo por las noches, contigo mismo y a nivel interno.
Sé que es fácil decirlo, y difícil hacerlo. Pero o hacemos por seguir adelante... o nos quedamos más tirados de lo que nos han dejado. Y eso al final nunca podemos permitirlo