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Hace unas semanas puse un tema respecto a la actitud de mi ex con la que estuvimos juntos 4 años (te amo’s, excelente convivencia, gasto de 400 euros en cosas para la casa y decidió terminar de un día para otro argumentando que me había dado un aviso hace meses y que ya no me amaba). Entonces, la critiqué, pero luego entendí que manejó mal la situación, que su amor había muerto antes y que estiró el elástico por meses hasta que se terminó por romper. Válido. No hubo mala intención.
Obviamente, quedé mal y con miles de preguntas y con una sensación de subvaloración brutal (me considero buen hombre y así me lo han hecho saber amigos, familia y hasta la propia familia de mi ex). Subvaloración mía y de lo que teníamos (una vida tranquila, una convivencia buena y muy alegre y proyectos).
El tema es que intenté plantarme en Contacto cero y me fui de viaje por 1 mes y medio, pero al tener cosas en común (casa, animales) no funcionó del todo. Ella me habló a las 3 semanas y para peor, mi familia me siguió hablando de qué hacía y qué no hacía ella. Criticándola y cuestionándola, también. Esto durante todo el viaje.
Ahora volví del viaje y, según consejos de mi padre, aposté a ver qué pasaba, si existía alguna opción. Fue su cumpleaños, la saludé y bien hiperventilada me empezó a contar que se iba de la ciudad, volvía con su familia (a cientos de kilómetros) por problemas de su madre (conozco el tema, es complicado, pero es tema de otras personas).
Es el punto final para mí (¿?) porque a distancia pienso que no se puede hacer mucho. Yo dentro de toda la valoración que hago de ella había dejado la puerta abierta. Sé que no es perfecta, pero sí la veía como una buena mujer y ser humano con el cual proyectarme (yo como hombre me considero igual). Parece que en el tiempo que estuve ausente no me echó de menos y no revivió para nada su sentimiento.
Creen ustedes que sería bueno decirle que yo había dejado la puerta abierta a la relación y que con esta acción suya llega el punto final. Que la amo, pero que respeto su decisión. O sea, ME SINCERO CON ELLA.
O dejo de valorarla tanto, la elimino de todo y me guardo eso de abrirle el corazón a alguien que al parecer ya va por otro carril.
Una amiga me decía que no pierdo nada en preguntarle a la cara si es que me echó de menos. Que ya somos grandes y que si lo sentía que lo hiciera.
Obviamente, emocionalmente estoy mejor que antes del viaje. Pero, el hecho de que la noticia de que se va de la ciudad me hizo mucho ruido, me golpeó.
De alguna manera, remeció el tablero. Pensé que iba bien en el dar vuelta la página, pero eso me hizo replantear la seguridad.
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