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Usuario Novato
Registrado el: 15-February-2009
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No sé a quién pueda interesar, pero yo sigo como un loco atrevido posteando esta historia, porque sé que es merecedora de que le hagan un libro, y me atrevería a decir que es demasiado buena para ser verdad, y yo la estoy viviendo, me siento dichoso, y más después de mis últimas experiencias que me invitan a hacer lo que desee aún si voy en contra del mundo.
Ésta es la continuación de otros dos post "Amor por sobre todas las cosas" y "Será posible el Amor??", sólo me conformo con que lean la mitad...
Era ella, justo como cosa del destino era precisamente ELLA quien me abría las puertas de la vida, para describir con exactitud lo que ocurrió, diré que fue un choque electroestático, una aurora amalgamada de sentimientos y emociones, donde se mezclaban verguenza, nervio, sorpresa y exaltación, un levísimo tinte de amor, añoranza y quizá hasta una pizca de arrepentimiento, fue como cuando después de una tormenta se encontraran los rayos del sol y las gotas de lluvia dando paso al arco iris. Recientemente pude oír de su boca lo que sintió en ese momento, no pordría reflejarlo con las mismas palabras pero me contó como su corazón dio un vuelco y se aceleró, el nerviosismo la invadió, y una lluvia de sentimientos entremezclados la mojaban pues-según ella- sus ojos veían un muchacho más maduro, más formadito-después de todo los ejercicios me ayudan-, veían lo que a la fuerza ella había querido olvidar en vano, lo que una vez fue un comienzo de amor, y ahora estaba materializado allí pero mejorado, y me continuó diciendo que no pudo evitar volverme a querer, en una situación idílica de 5 escalones donde el primero es gustarse físicamente y el último es el amor, ella estaba en el 3ro.
Después del shock y ya habiendo cumplido mi objetivo, que era verla a ella, decidí preguntar por mi primo para disimular mis verdaderas intenciones y luego me marché.
Haciendo un uso máximo de mi memoria recuerdo que ese mismo día pero más tarde, el teléfono suena y me llevo la grata sorpresa de que era ella. Yo tenía un cierto aire de importancia-muy estúpido de mi parte- y ella me pidió que al día siguiente, la acompañara a realizar un encargo de su padre, yo, extrañado, sin más ni menos accedí. El momento llegó, y, a pesar de que no era una cita ni mucho menos, yo me vestí un tanto como para impresionarla y no puedo negar que me sentía un tanto nervioso. La paso a buscar y recuerdo que también estaba bien vestida, estaba hermosa, pero yo seguía inmutable ante su belleza, como si no me entrara por los malditos ojos.
Durante el camino yo actuaba con indiferencia, al fin y al cabo eso era lo que yo sentía, sólo sabía que quizá quisiera, si se daba, un poco de distracción, nada más, ya yo venía formando la idea de que nos divertiéramos con los placeres, pues yo estaba seguro de que si me lo proponía, la conquistaría sin mucho esfuerzo, y que todo eso terminara en cuanto ella se marchara, y que después ya no existiría nada entre nosotros, sí, eso "había" decidido pues no sólo estaba el hecho de que yo no la amaba, sino que ella empezaba un nuevo curso en una nueva escuela, una escuela becada que es inmensa, donde hay muchos estudiantes y pensando de manera sensata, todo eso le parecería una locura, no sólo a mí, sino al más cuerdo. Hablamos de varias cosas, entre ellas, ya desde el principio del camino, osamos tocar superficialmente el delicado tema de nuestro conflicto, razón por la cual estuvimos tanto tiempo incomunicados, ella me preguntó el por qué de que yo dijera que no quería viajar a su casa, pero yo no le dí respuesta, no se la dí hasta hace poco, y aunque en realidad no hay respuesta concreta para esa interrogante, le di una serie de razones por la cual había decidido no ir. Luego le pregunté que por qué ella no había llamado más, a lo cual ella respondió, que ella había deducido que yo no quería nada más con ella, pensó que tenía a otra, que yo no querría siquiera hablar con ella, que yo la trataría mal y pensó además que no me volvería a ver y que lo nuestro se había acabado para siempre-¡cuántas cosas ocasioné yo!!-. Durante el viaje nos fue bien, a pesar de que ella iba dando indicios de que no volvería a tener nada más conmigo, pero a eso yo respondía con mayor indiferencia y seguía creando a mí alrededor un aura de carisma y simpatía, de que mi nuevo yo le gustaría más todavía. Cuando la dejo en su casa yo insisto en que no entraría y ella se queda parada esperando que al menos yo me despidiera pero di la espalda y me fui. Al llegar a mi hogar, parce que la estrategia había funcionado pues inmediatamente ella me llama por teléfono y me pide que al día siguiente la acompañara realizar otro encargo, y yo gustosamente accedí, no sin antes felicitarme a mí mismo-fui tan egoísta, aunque yo desconocía que ella me quería, de veras que yo estaba ciego, inconcientemente me aprovechaba de eso-.
Fuimos a un hostal-no comimos ahí ni mucho menos sólo era un encargo- cerca del mar en una zona turística, yo sabía de antemano que todo el lugar era muy bello y que sería un paseo agradable y y creo recordar que el ambiente era amistoso, yo no intenté nada fuera de lo ordinario, ni aún cuando la dejé nuevamente en su casa, pues tampoco me despedí como se debe. Ese mismo día en la noche me llama nuevamente, yo seguía impresionado del fruto de mi actitud, actitud que es la que siempre había predominado en mí aunque yo no me percatase de ello, y lo digo porque hace poco conversando frente a frente con ella y hablando de todas esas cosas, me contó cómo la primera vez que salimos-sí, la primera cita de la primera vez, cuando nos conocimos- ella lo había hecho porque en el acuario yo no había actuado como ella acostumbraba de los muchachos, mi indiferencia y mi seriedad habían despertado en su niña interior una alarma que decía "no puedo creer que no te diga nada", más es cuando me "dice" que la invite a salir, ya esto no me lo dijo ella pero yo sé que en su consciencia quería probarme de nuevo. Y todo lo que me contó me arrojó luz sobre este delicado tema de cómo ha llegado a quererme tanto, pues yo sé que-sin yo proponérmelo- ella vio en mí alguien diferente, alguien quien hace despertar en ella emociones únicas y situaciones con las que nunca había chocado, lo que no quita además-no quiero restarme mérito que me merezco- unido a todo esto yo le doy placeres exquisitos, le he ido conociendo sus puntos "débiles" por llamarlo de alguna forma y sé que me quedan más por concocer, además de que me he ganado su respeto con mucho respeto que se merece como mujer, como amiga y como amante, por ende hemos creado una relación evolutiva, de la cual hablaré cuando corresponda. Pues la llamada era para constatar una cita, quedamos en que mañana la llevaría a un parque de diversiones muy vistoso.La paso a recoger a la hora acordada y a mitad de camino, entre una cosa y otra, nos molestamos, o más bien yo me molesté, pues me dice más o menos así-lo recuerdo bien- "... no si hasta mi madre sabe que yo no voy a volver contigo...", mi reacción no fue lo más sensato, en realidad fue un arrebato de estupidez para no variar, pero me molestó que me dijera aquello sabiendo que en el fondo eso era mentira, volvimos a la casa de su tía-abuela y en medio de ese ambiente de disputa-me dan ganas de llorar de pena cada vez que recuerdo eso- le pedí un beso, caramba!!, un beso en aquel momento, por supuesto que no me lo dio, y yo insistí y me lo negó-justo como ahora veo con sensatez que era lo único que ella podía hacer, decirme que NO!!!-, me marché a mi casa y cuando llego me llama por teléfono y hablamos y me dice que vaya para allá de nuevo, para hablar mejor. Fui de nuevo y conversamos sobre el tema mientras yo me hacía el molesto, sé que en ese momento le podría haber dado un beso, pero no lo hice, me fui rápido y no recuerdo si en ese momento me lo dijo o me llamó después, pero me comunicó que se pasaría toda la mañana sola en la casa que si quería hacerle compañía, una vez más le dije que sí y ya era casi evidente que sí quería algo conmigo.
A la mañana siguiente fui para el apartamento-el punto de encuentro- y estuvimos solos durante varias horas, sin mucho que hablar y viendo televisión, la situación era en realidad incómoda, yo no le hice absolutamente nada, entre que no sabía como reaccionaría y que tenía ganas de vengarme no le di siquiera una caricia. Eso, me imagino le debe haber dejado con más deseos y más furiosa pues queda conmigo en que vaya de nuevo por la noche a conversar.
Ya en la noche, con la cabeza fría y los deseos en aumento, hablamos tranquilamente y llegamos a un entendimiento pues ya era evidente que ambos queríamos algo del otro-aunque quizá ella quisiera más que yo-, yo le puse mi condición de que sólo estaríamos mientras ella estuviera aquí y que cuando se marchara todo acabaría y ella accedió, y es en este punto, donde ni ella ni yo nos recordamos si nos dimos nuestro primer beso después de tanto tiempo, el beso que nos lanzaría de nuevo en el camino de la ternura y la felicidad, en el camino de nuestra maravillosa e inolvidable historia, el beso que daría cominzo a una nueva página más llena de pasión y donde comenzaría a florecer sobre nosotros-más en ella que en mí- el amor y ya se podía decir que empezaba a besar bien...
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