|
Las relaciones liberales, también conocidas como parejas abiertas, son aquellos vínculos en los cuales ambos miembros de la pareja deciden seguir estando juntos, pero permitiéndose sexo ocasional con terceros. Éste es un modelo de pareja que suelen adoptar aquellas personas que aún no quieren un compromiso, pero que se sienten a gusto con el otro, o bien aquellas parejas que, habiendo sido tradicionalmente monógamas durante mucho tiempo, se dan cuenta de que la pasión se ha hundido en el aburrimiento y en la rutina. Para poder seguir juntas, es que se permiten ‘una cana al aire’.
Pero las relaciones liberales no siempre son fáciles de sobrellevar. Si uno de los dos (en general, la chica) accede simplemente para darle el gusto al otro, las cosas no podrán sostenerse mucho tiempo ya que habrá celos y planteos. Si entre ambos miembros de la pareja se da una competencia por quién se acuesta con más personas, el vínculo entre ambos se romperá. ¿Cómo hacer para que una pareja abierta funcione?
Establezcan reglas claras
Las relaciones liberales sólo pueden funcionar cuando ambos miembros de la pareja saben a qué atenerse y están de acuerdo con lo propuesto. Yéndose a un extremo, si uno de los dos miembros de una pareja tiene un amante, y nunca se había planteado la posibilidad de tener una pareja abierta, ya no se trata de relaciones liberales sino de infidelidad, lisa y llanamente. Por ello, a la hora de hacer funcionar una pareja abierta, es necesario que ambos sepan a qué atenerse y pongan los límites. Por ejemplo, hay parejas que se comprometen a pasar juntos los fines de semana, más allá que durante la semana alguno de los dos pueda dormir con otra persona.
Cuenten lo menos posible
Cuando uno de los dos está involucrado con un tercero, es preferible ahorrarse los detalles. Después de todo, aunque se trate de una relación liberal, los celos y la competencia pueden surgir. Por ello, alcanza con decir ‘esta noche no me esperes’, no hace falta aclarar con quién se está, dónde, ni cuántas veces. Una posible excepción a la regla es la de aquellas personas que se excitan escuchando a su compañero narrar todos los detalles de su aventura, para los cuales los encuentros fuera de la pareja funcionan como un aliciente, y precisamente por ello optan por mantener parejas abiertas. Si ése es tu caso, vuelve al primer punto: pon las reglas claras con tu pareja y asegúrate de que también al otro le gusta contar, o no le molesta que le cuentes, de los encuentros con terceros.
Cuidado con los sentimientos
Las relaciones liberales funcionan muy bien hasta que el amor llega a entrometerse. Una pareja abierta entre dos amigos que se lo pasan muy bien juntos pero que a la vez salen con otras personas, funciona hasta tanto uno de los dos se enamora del otro y decide que quiere cambiar las reglas. Un matrimonio que se permite aventuras ocasionales puede romperse definitivamente si alguno de los dos se enamora de un tercero y decide poner fin a la relación de tantos años. Por ello, cuando de relaciones liberales se trata, está muy bien darse con personas con quien tengas química sexual, simpatía o te diviertas mucho, pero hay que tratar de hacer a un lado los sentimientos románticos.
De la misma manera, debes jugar limpio con aquellas personas con quienes te involucres, y aclarar que tú ya estás en una pareja abierta, ya que de lo contrario son estos terceros los que podrían salir lastimados.
Llevar una relación liberal no es nada fácil. Así como muchos sostienen que nunca podrían involucrarse en este tipo de parejas, hay otras personas que saben equilibrar las cosas y disfrutan de las ventajas que les da este tipo de vínculos sin tantas ataduras.
|
Mode Lineal
