Yo también quise ir de ese palo: del no amor pero con amor pero sin compromiso pero con algo de compromiso, o sea, follamistad. Y me salió el tiro por la culata, y lo hice así porque antaño me hicieron mucho daño. Quise ser de hielo cuando no lo soy. Cuando llegaba la hora de expresar sentimientos ponía un muro entre esa persona y yo, hasta que al final esa persona se saturó por mi culpa. ¿Qué aprendí? Que estos jueguecitos no vienen bien. Que si realmente no puedes querer durante una temporada, vale, pero no te fuerces ser de hielo porque cuando pierdas a cierta gente por ello, te cagarás en todo.
La condena no es sentir, la condena es obligarse a no sentir. Porque se sufre mucho más poniendo barreras entre tú y el mundo, que fluyendo con él. Ánimos, es difícil pero al final trae recompensa.
|