De los productores de "Obama tira la toalla" llega "la legalización de los inmigrantes"
Ya lo han dicho muchos hoy en varios lugares (por ejemplo, en Twitter, María Ramírez, Iñigo S. Ugarte, y Eduardo Suárez), pero esta noticia con la que abre hoy la portada de hoy en El País es, como poco, engañosa:
"Estados Unidos" (o sea, su gobierno) no prepara nada. "Demócratas y republicanos" no han pactado una reforma.
Lo que sucedió ayer es que OCHO senadores (cuatro de cada partido), de un total de cien, anunciaron SU propuesta. Es una propuesta "bipartidista", sí, pero en el sentido de que la apoyan "gente de ambos partidos", no "ambos partidos". La diferencia es esencial porque en el sistema político de Estados Unidos cada cargo electo es libre de votar lo que quiera, y la dirección de los partidos tiene un control muy indirecto de los miembros en cada cámara. Por lo tanto, no hay ninguna garantía de que el acuerdo vaya a ser aprobado por el Senado (donde los demócratas tienen la mayoría, pero en la práctica, por la peculiar institución del filibusterismo, necesitan contar, para cualquier decisión importante, con algunos votos republicanos). Y mucho menos por la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen la mayoría y están además, en general, más a la derecha que sus compañeros del Senado.
Por lo tanto, este es solo un primer paso para una posible ley, que seguramente, antes de ser aprobada (si lo hace) recibirá múltiples reformas. A pesar de ello, en Estados Unidos la propuesta de los ocho senadores se consideró una noticia importante, con razón, porque el asunto de la inmigración ha enfrentado en los últimos años a los dos partidos, y esta propuesta indica que al menos algunos republicanos sí podrían estar dispuestos a acuerdos en la línea de las propuestas que hasta ahora apoyaban más bien los demócratas.
Pero "un primer paso hacia una posible ley" no es lo mismo que "acuerdo sobre una ley". Al lector español que no esté demasiado atento o informado sobre la política de Estados Unidos y traslade allí los marcos mentales de la política española (donde "acuerdo PP-PSOE" = ley), el titular, el subtítulo y la primera frase de la noticia le llevarán a conclusiones erróneas.
A menudo me he quejado de la práctica del pre-riodismo o del periodismo precog, que tanto se estila en España, donde se da por aprobada una ley cuando aún es casi un anteproyecto, pero aplicarlo en Estados Unidos es todavía más arriesgado. Allí los procesos legislativos son exponencialmente más complejos e inciertos que aquí. Y así, ni esta ley está en el bote, ni en enero de 2010 se podía dar por derrotada la reforma sanitaria de Obama, como hizo también El País. Con lo complicado que es contar lo que pasa, qué manía por dar por hecho lo que aún no ha sucedido.
Fuente: Malaprensa