Camine sin un rumbo fijo, solo dejándome acariciar por la dulce brisa, que rápidamente recorría todo mi cuerpo haciéndome flaquear… que poco a poco se unía a mi aliento…
Sintiendo así el latir de mi corazón como el último soplo de un adiós cuando la conocí,
una para el mundo, una entre muchas para mi, un chica vulgar, sin modales ni nada que enseñar… Cada uno sigue su camino, ninguno vuelve la cabeza, nadie piensa si se volverán a ver, si son ellos, si encontraron su destino, la verdad es que nos daba igual, para mi solo era una más que miraba al pasar… para ella alguien especial, y que su corazón podía curar…
Aprendí a amar, cuando vi de manera perfecta a una chica imperfecta... y ante todo... a comprenderla…
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Esto es una pequeña reflexión de algo que me paso en mi vida y que no supe ver... pero si fui capaz de comprender... tarde...
Espero que os guste.
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