Te ha dicho de una manera suave que no le gustas. En vez de decirte "no te sepa mal, pero no eres mi tipo, lo siento", para que tú lo entendieras bien, ha preferido no ser explícita, como tantas mujeres, para que la situación fuera menos violenta (o a lo mejor, siendo ya muy mal pensados, para tenerte ahí en la recámara por si más adelante le apetece rollo contigo). A otra cosa, mariposa, déjala en paz.
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