Invítalo a salir y coméntale acerca de lo que tienes en mente. Vamos que irse por las ramas a veces nos complica más la vida que otra cosa. Mejor ir directo al grano (con delicadeza) y esperar a ver si se da o no. Eso sí, pon las cartas sobre la mesa desde un principio para evitar llevarse decepciones o trazar falsas ilusiones.
Después nos comentas qué tal.