Hola Jorge!
Sé perfectamentre por lo que estás pasando y, aunque desconozco la personalidad de la susodicha rompecorazones, puedo reconstruir vagamente su perfil y, muy a tu pesar, debo aconsejarte que te olvides de ella, puesto que seguramente sus reticencias para con tu pseudoamistad ( no nos engañemos, el que ama intensamente, siempre mantiene la esperanza, aunque se conforma con esa amistad dañina para sí mismo ) esconden una personalidad egoísta, bohemia y bastante fría.
Por otra parte, si empatizamos con ella es probable que me equivoque rotundamente y su pasividad hacia tu persona constituya un alarde de altruismo, cuya noble meta no es otra que evitar dañar aún más si cabe tu maltrecho corazón, y si como dices, en breve se marchará a otro país, no sería una excentricidad planteárselo desde esta vertiente.
Pero no nos engañemos y analicemos las cosas objetivamente, pero barriendo un poquito para quien realmente importa: tú le ofreces tu amistad sincera e incondicional y ella la rechaza... luego esa persona, tenga el motivo que tenga, no merece tu amistad, ni mucho menos que malgastes ni una sola lágrima, ni un solo llanto, ni un solo segundo de desesperación, impotencia y sufrimiento, ya que probablemente tú, que posees la capacidad de vulnerabilizarte ante una persona, estás muy por encima de ella, que no alcanza a percibir cuanto amor / amistad / cariño / etc puedes ofrecerle.
Es muy duro, y se hace cuesta arriba, pero después de seis años, te aseguro que ahora soy capaz de discernir con absoluta clarividencia dónde se hallaba el problema, y hoy puedo asegurarte que no se halla en tí.
Lamentablemente, no siempre se consigue lo que se desea...
Definitivamente, te insto a que la olvides y sigas tu camino
Suerte y ánimo!