Hoy le he vuelto a ver. La última vez que la ví fué en junio y no pude esquivarla y nos saludamos cordialmente. Hoy llevábamos direcciones divergentes, no sé si ella me ha visto a mí. Me han entrado ganas de ir a buscarla, pero me he contenido y he seguido mi camino.
Cuando la ví la otra vez la vi alegre, o al menos eso me parecía. Hoy la he visto cabizbaja, andando con la mirada en el suelo, seria y desanimada. No sé que pensar. En enero se cumple un año de la ruptura.
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