Yo tengo la costumbre de que sea el chico el que vaya a por mí, no sé, será costumbre. Pero si de verdad me interesa un chico, y veo que este no me hace mucho caso, suelo mirarle fijamente a los ojos, coquetear a la vez con otros, tocarme las puntas del pelo, sonreírle tímidamente...
|