No entiendo, tu familia se fue del país, no terminaste tu carrera en tu país de origen y al parecer tampoco tienes avances en tu carrera en este.
Tampoco te veo ilusionado de vivir donde estás.
No entiendo entonces tu proyecto, ¿qué te hace permanecer si al parecer no tiene ningún beneficio, motivación ni valor para ti?
Porque si hay razones de peso, que lo hacen inevitable, es que tienes que aprender a lidiar lo mejor posible con las vueltas de la vida y las depresiones no son una opción, porque no te encaminan a llevarlo mejor sino a empeorarlo.
En esta vida somos como caballos salvajes, que tenemos que aprender a aceptar cosas que no nos gustan "cuando son inevitables" (antes tienen que serlo). Y sino las aceptas tienes que plantearte alternativas, pero echarse a morir "nunca le ha servido a nadie".
Como digo, si no ves ningún futuro donde estás devuélvete, es mejor sufrir el trance de haberse equivocado que seguir haciéndolo por no reconocerlo.
Y si realmente no existe esa opción, aplaca tu caballo y aprende a lidiar con las cosas que no te gustan del todo y encuéntrales el lado.
A menudo veo gente que inventa más opciones de las que tiene: a veces tiene varias, otras sólo dos y en muchas ocasiones una solamente... ¡y ya!, no sé dónde ve otras. Es como: alternativa b) Echarse a morir. ¿Desde cuándo esa es una alternativa?
La frustración que conlleva estarse planteando situaciones idílicas y no realistas tiene a muchas personas dándose cabezazos contra la pared.
Tú "puedes decidir pensar que todo te va a resultar fácil y bien", lo que no puedes es frustrarte cuando no es así.
Tú tienes 22, pero ni aunque tuvieras 80 significa que tomes decisiones pensadas.
No sé cuál realidad es peor: la que vives o la que vivías, eso sólo lo sabes tú, pero cuando se toman decisiones trascendentales hay que lidiar con el resultado de esas decisiones.
O corriges y asumes tu error si lo que te motivó fue una idealización o le pones ganas si la vida no te ha proveído de más alternativa que esta. Y hasta el chocolate amargo lo endulzas con leche tibia y azúcar.
Se que son tres días los que llevas y claro... al principio se está en el shock que todos atravesamos ante problemas que nos superan.
Ponle tiempo a tu tristeza, porque después toca levantarse, tomar decisiones bien pensadas (fundamentadas en hechos concretos), pedir consulta a tus cercanos si cabe y seguir; porque no sé de nadie que haya construido una vida útil en torno a la autocompasión.
A sacudirse la tierra de la caída y a intentar sabiduría y madurez. ¡Suerte!
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