La soledad puede llegar a ser una bendición, pero hay que estar con los demás. Sentirles. Pero no sentirles tanto. Ni tanto, ni tan calvo. Depende del grado de apego. Yo no podría soportar tener amigos que se meten en todo porque me volví muy independiente. En cierto modo, a algunos la soledad nos vuelve (según las malas lenguas)... intratables. Bueno, me importa un higo eso.
Sobre todo no dejes ver a los demás (a los que conoces) que tienes la necesidad de conocer gente. La cualidad social es inherente al ser humano, y hay temporadas en los que se vive como un fraile. Después vienen etapas mejores, luego un poco peores... si te pones en un marco mental inadecuado, no podrás disfrutar de tus nuevas amistades. No hay que ser ningún pobrecillo porque son cosas que pasan. No reproches tu pasado, porque también ha creado las cosas buenas que hay en ti. Veo conveniente que te valores.
|