Durante el acto, hay una fase de meseta, en la que se puede parar sin eyacular y no pasa nada, pero al final de esta etapa, se sienten ganas de eyacular, al acercarse al orgasmo, y si en este momento se para y no se eyacula, el hombre se queda con molestias, una sensación de hinchazón y la necesidad de "descargar". Piensa que se concentra mucha sangre en esa zona, si le miras el pene verás que el glande tiene un color púrpura muy intenso.
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