Buenos días y gracias por leer este post.
Hace unos tres meses conocí a un chico de mi clase de la universidad, ya que lo invité a que viniese con mis amigos y yo a tomar algo, por cortesía. Noté que me miraba mucho, era una sensación rara. La verdad es que me alegro mucho de haberlo conocido. El caso es que a partir de ese momento, empezó a integrarse en nuestro grupo y nos empezamos a acercar mucho y a ser más íntimos. Empezamos a hablar a diario y a tener conversaciones muy largas, quedábamos para estudiar juntos...
Al principio, cuando lo conocí, no me llamó la atención ni nada, pero después de conocerlo, me empezó a gustar. Pasé el un mes muy feliz gracias a él.
Todo el grupo de amigos de la universidad sabía que a él le gustaba, de hecho, era cariñoso, me solía coger la mano y hacerme caricias. Un cielo.
Pero después de un día que en el que corrimos una maratón en parejas, (yo era su pareja en la carrera), todo empezó a torcerse. El día anterior tuve que ir al médico y me dijo que tenía otitis y debido a eso, tenía los ganglios muy muy inflamados y mi cara era horrible. Sé que hice mal al decirle que me agobiaba en la carrera y que se adelantase, sé que pudo haberse molestado, pero en ese momento, yo me encontraba mal y no quería que me viese en ese estado tan deplorable. De todas formas, el cambio no fue tan repentino.
Después de unos días, empezó a enfriarse nuestra relación. Al principio yo no le di demasiada importancia, además, le había explicado unos días antes que me encontraba un poco distante con él porque el tener la cara hinchada me era incómodo y no me sentía gusto.
Este chico me invitó varias veces a ver algún partido en el que jugaba, pero al no tener tiempo para ir, no fui a ningún partido. Y me arrepiento. Aun así, hace dos semanas, jugaron en la ciudad y decidí ir a verlo con los amigos, a pesar de que ya prácticamente no hablábamos. Sentía que tenía la necesidad de hacerlo, ya que me lo había dicho tantas veces. Le dije que igual me acercaba al partido y él no me respondió nada. Terminé yendo, y no sé si me vio, (yo creo que sí). Pero no me dijo nada. Ni si quiera después del partido me escribió un mensaje.
Desde entonces hemos pasado de hablar a diario, a no hablar nada. Es muy incómodo estar con él. Es como un desconocido para mí. Pero, me gusta mucho, y no puedo olvidarlo. Necesito entender qué ha salido, qué es lo que puedo haber hecho mal. O igual ni si quiera soy yo, si no que he dejado de interesarle. No sé. Intento pensar que no es eso último, porque a mí, personalmente, me cuesta bastante olvidarme de la gente que me ha gustado, y no puedo creer que haya pasado de gustarle de forma tan obvia a no hablarme ni nada.
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