Foro de Amor > Foros de Temas de Amor > Foro General sobre Amor
 
Abrir Hilo Responder
 
ads
Antiguo 11-Feb-2018  
Usuario Novato
 
Registrado el: 27-July-2015
Mensajes: 4
Agradecimientos recibidos: 1
Buenas tardes,

Hace días que me planteo escribiros para pedir consejo, pero no sé muy bien cómo hacerlo. Pido perdón si mi texto resulta pesado o inconexo... intento explicarme lo mejor que puedo.

A mediados de 2016 desde mi empresa me envían a una delegación lejana a casa, yo en mi empresa aún no tenía destino definitivo, sino temporal, pero como llevaba años en las delegaciones más cercanas a casa (no siempre en la misma) yo pensaba que eso de que me movieran lejos nunca me pasaría. Pero ocurrió.

Al principio me lo tomé mal, pero como era eso o irme a la puñetera calle, pues no me quedó más remedio que aceptarlo. Sin embargo, al llegar a mi nuevo destino me sorprende que el 90% de las personas que estamos allí venimos de la misma zona, que nadie es fijo allí y que por tanto, todos estamos en igualdad de circunstancias. Como la mayoría de las personas habían alquilado su vivienda en la misma urbanización, pues yo hice lo mismo, dado que en esa zona éramos extranjeros y hablar con gente en nuestro mismo idioma facilitaría la adaptación.

Pronto me convertí en una más de ellos, en nuestro tiempo libre salíamos de compras, al cine, de cañas, a bailar... el ambiente era inmejorable y yo, que habían maldito el cambio del destino, pronto supe que estaba mejor que nunca allí.

Entre todos mis compañeros estaba él. A los dos nos gustaba la poesía y el mismo tipo de música, entre otros. Los dos veníamos rotos de una historia de amor muy intensa pero sin final feliz. Enseguida hubo un feeling especial, pasamos horas hablando, escuchando canciones, comentando libros. Muchos compañeros apostaban a que acabaríamos juntos.

Pero pasaban los meses y no pasaba nada. Reconozco que yo estaba enamorada hasta las trancas pero en cierto modo, mi baja autoestima y mi tendencia a compararme con las otras chicas pensando siempre que soy peor que ellas, me hacía pensar que era imposible que él estuviera por mí. Sin embargo, tuvo muchos detalles que parecían dar a entender lo contrario.

Se me ha olvidado comentar que yo compartía piso con otra compañera de trabajo, ella llegó poco después que yo, no había ningún piso libre donde estábamos nosotros y no quería irse lejos, y yo me ofrecí a compartir el alquiler. Pronto pasó a ser una de mis mejores amigas allí.

El día que se la presenté él en confianza me alabó su físico, y no era para menos: la chica tiene un cuerpo de infarto. Desde ese día solía venir a casa a menudo al acabar la jornada laboral, y aunque muchas veces hacíamos planes entre todos los compañeros juntos, fueron también muchas las que los hicimos por nuestra cuenta, llegó un momento en que teníamos un organigrama en la nevera para saber quién cocinaba cada noche y quien limpiaba, porque aunque él tenía su casa hacía vida con nosotras. Él con mi compañera también tenía mucha confianza, y a mí a veces me parecía ver entre ellos un feeling que anunciaba que la cosa acabaría en romance. Así lo comentaba yo con ella. Ella, sin embargo, me decía que venía a verme a mi. Entre los compañeros las opiniones estaban divididas.

Él era muy efusivo, con todo el mundo en general, pero conmigo era especial. No hubo una sola noche que se fuera a su casa a dormir, sin antes darme un abrazo y un beso en la frente. Yo me derretía cuando así procedía conmigo. Sin embargo, nunca me atreví a decirle nada.

Cuando pasaron diez meses, la delegación nos propuso a algunos acercarnos a casa, no dónde estaba yo antes, súper cerca, sino dentro de España, a unos 200 kms. Era lo que todos estábamos deseando. Ahí sí que cabía la posibilidad de cogerlo o de decidir quedarse más tiempo en este sitio temporal.

Para entonces, mi confianza con este chico era tan extrema que habíamos tenido una discusión grandísima porque él no entendía como estaba gestionando algunos aspectos de mi vida personal, lo que pasa es que me lo reprochó juzgándome y yo me sentí muy rechazada. Esto había provocado un cierto distanciamiento y mi pobre compañera de piso andaba intentando arreglarnos a los dos porque le dolía mucho lo que había sucedido. No consiguió más que normalizáramos nuestra relación, sin estar a la gresca, pero no volvimos a estar como antes.

El cambio de delegación nos lo ofrecieron a casi todos, pero no había plazas suficientes. Se sortearon por criterios de antigüedad y demás las plazas, a mí me tocó “en suerte” irme, a él y a mi compañera, entre otros, les tocó quedarse.

Digamos que en ese momento nuestra relación fue cogiendo el mismo rumbo que antes de esa discusión, pero claro, yo ya no estaba allí. Whatsapp diarios con chistes, conversaciones en confianza, piropos, planes de vernos que no se materializaban.
Luego esa relación tomó un carácter intermitente, él a veces estaba como siempre y a veces más distante, yo no entendía nada, pero cada vez sufría más por lo que sentía. Un día, hablando sobre vernos para hablar las cosas, porque cuando yo me fui no estaba todo cerrado, le expresé mi dificultad para expresarme oralmente pero que por escrito se me da mejor. Me dio su correo electrónico y le escribí un mail declarándome. Quizás es un comportamiento demasiado adolescente, eso de declararse con una cartita de amor, y más por mail, pero la distancia estaba imposibilitando ese encuentro para arreglar las cosas y ya decidir por dónde continuaba nuestra relación personal.

Pues bien, de ese mail hace ya más de dos meses. Me escribió tres días después diciéndome que lo había recibido, pero al ver lo largo y profundo que era, pues que lo había cerrado para leerlo cuando tuviera tiempo para prestarle la atención que merecía.
Nuestras comunicaciones desde entonces han menguado, ya no por mi parte pero sí por la suya, pero no entiendo que en las manifestaciones espontáneas por su parte de querer saber de mí o de contestar a mis mensajes, bien sean chistes, canciones, o requerimientos de saber cómo está, no cambie la manera cariñosa de dirigirse a mí, y me hable con absoluta normalidad, igual de cariñoso en su proceder, y lo haga de igual forma en las redes sociales. Sólo que él no ha vuelto a nombrar el mail, y yo, por miedo, tampoco.

La semana que viene me mandan por trabajo cerca de allí, y tengo tiempo como para organizarme una visita a la delegación y así ver a mis compañeros de antes e incluso a algunos clientes habituales que me cogieron cariño en ese tiempo, pero tengo dudas de si hacerlo o no. Por una parte, necesito cerrar ciclo, a mi me pilló de sorpresa el cambio de delegación porque pensaba que no me tocaría, de hecho yo pedí el cambio porque él también lo pidió, pero él rellenó mal parte de su solicitud y por eso se la tiraron para atrás, la resolución me pilló de vacaciones y ya nunca volví (por si me la daban ya tenía todas mis cosas conmigo, y el piso cerrado porque mi compañera también se lo llevó todo por si acaso, aunque teníamos hablado con la casera por si volvíamos...), con lo que cuando me fui no llegué a despedirme en condiciones, por eso en cierto modo creo que sigo añorando ese sitio, a sus gentes... pero sobretodo a él.

Seguramente lo vea y no sé bien cómo actuar, si aprovechar para intentar hablarle a solas, si preguntarle directamente, o si decírselo antes de ir (no le he dicho a nadie que voy, por si al final no pudiera pasarme... pero es casi seguro que podré hacerlo); no entiendo que quiere decir cuando hace como si nada, o sí como es un despistado de tres pares de piiiiii pues a lo mejor no ha vuelto a abrir el mail (ya el whatsapp le cuesta, a veces comenzamos una conversación y la acabamos dos dias después, pero eso es desde siempre...ídem con las redes sociales, las abrirá una vez cada semana o diez días, pero entonces siempre interacciona conmigo).

Me releo y parece una historia adolescente absurda, os pido perdón por molestaros con semejante chorrada pero para mí es extremadamente importante y aunque tengo cierta experiencia en el amor, no en situaciones cómo esta y me ha pillado como fuera de onda, sin saber cómo reaccionar... quizás por eso tardé en decir nada y cuando lo hice ya fue por mail...que peor, imposible, pero es que no podía reprimir más lo que tenía dentro... y ahora no sé si hice bien o si calladita estaba más guapa.

Gracias de antemano por leerme, espero vuestras respuestas. Saludos.
 
Antiguo 11-Feb-2018  
Super Moderadora ★
Usuario Experto
Avatar de Ginebra
 
Registrado el: 25-July-2011
Ubicación: ZgZ
Mensajes: 35.231
Agradecimientos recibidos: 14892
Si separas el texto en párrafos se leerá mejor.
 
Antiguo 11-Feb-2018  
Usuario Novato
 
Registrado el: 27-July-2015
Mensajes: 4
Agradecimientos recibidos: 1
Ginebra, está separado en párrafos...¿lees desde Tapatalk, versión móvil o web normal? Yo he escrito desde versión web... y he separado en párrafos...
 
Antiguo 11-Feb-2018  
Super Moderadora ★
Usuario Experto
Avatar de Ginebra
 
Registrado el: 25-July-2011
Ubicación: ZgZ
Mensajes: 35.231
Agradecimientos recibidos: 14892
Ahora si lo está. No pasa nada.
 
Antiguo 11-Feb-2018  
Usuario Experto
 
Registrado el: 01-January-1970
Mensajes: 3.292
Agradecimientos recibidos: 2958
Sinceramente pienso que es casi imposible que él "no haya leído" el mail.
No hay despiste de entidad suficiente como para poder con la curiosidad.
Simplemente, tuviste casi un año...y ahora la distancia hace difíciles aka imposibles, las cosas.
Hay trenes que sólo pasan una vez.
Y los hombres no suelen ser buenos con ésto de los "sentimientos" por escrito...
Ojalá la vida y los avatares laborales le pongan otra vez dentro del mismo código postal, sería lo mejor si quieres tener una historia real con él.
 
Responder

Temas Similares
Hace un mes nada funciona Como se hace para no sentir nada mas por una persona que seguis viendo ???!!!?? Nada me hace más feliz que estudiar porque lo hace?, no la llego a entender porqué no hace nada por mí?


La franja horaria es GMT +1. Ahora son las 14:00.
Patrocinado por amorik.com