Ha habido tríos y relaciones abiertas siempre, en la antigua Grecia, en Roma, en la edad media y, por supuesto, en la contemporánea, no olvidemos que siempre ha habido personas que no han tenido suficiente con el amor ni la pasión que le podía ofrecer una sola persona.
No es una cuestión de hoy en día o de antes, es cuestión de mentalidad, de ver la vida desde otro prisma, de necesitar sensaciones que rozan lo prohibido, que se sitúan en el límite de la moralidad.
Una vez un señor con el que llegué a tener bastante amistad me contó que él había sido infiel a su mujer, que había experimentado con varias mujeres a la vez, que había vivido experiencias bajo los efectos de alguna que otra sustancia y que al final, aunque no se arrepentía, si que confesaba que nada le había llenado tanto como el polvo que echaban su mujer y él cuando estaban locos el uno por el otro, y que lo demás había sido todo para tratar de suplir algo que ya no sentía, pero que nunca, nunca, llegó a sentir más ni se sintió más vivo que en aquellas ocasiones en las que su mujer y él se miraban y todo lo demás dejaba de importar.
Buenas tardes y buena suerte.
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