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Me apunté a un grupo que realizaba un curso para debatir ciertos temas, entre otras cosas porque quien lo dirigía es un individuo que, aunque por diversos motivos no pueda tenerlo, estoy enamorada de él y no soporto estar sin verle mucho tiempo. Me cuesta hablar ante desconocidos aunque seamos pocos. El caso es que, a modo de introducción, nos pidió una opinión preliminar a todos y yo expresé la mía. Cuatro personas contestaron, posicionándose, educadamente eso sí, en contra de lo que yo había dicho. Creo que no me entendieron bien, porque pienso que parte de razón al menos tenía.
Me sentí insegura y herida. El colmo fue que el moderador, a modo de resumen, vino a decir que los otros tenían razón, y noté como otro contertulio, que no era de los que habían opinado antes, me lanzó una mirada malévola. En la segunda sesión que tuvimos ya pasé de abrir la boca.
El tema es que le he cogido una manía terrible a ese grupo y me siento resentida, pero no quiero dejar de verle ni que piense que soy una insociable. Además ha dicho que cuando termine el curso podemos vernos todos, como amigos, para seguir hablando del tema.
¿Es culpa mía, soy demasiado susceptible? ¿Hago de tripas corazón la próxima semana y vuelvo a intervenir, aunque me sienta insegura y resentida? ¿Me aíslo de esas personas, con el riesgo de que suponga alejarme de él?
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