Se coge un pollo, o gallina y se trocea el pollo, quitarle la piel para que resulte menos grasiento y sofreír en una cazuela con el jamón picado. Picar la cebolla y el ajo y trocear el tomate y los pimientos, quitándoles las semillas y los rabos. Hacer una fritada con todo ello, rehogándolo en una sartén aparte. Remover bien con la espumadera unos cinco minutos. A continuación agregar esta preparación a la cacerola en la que se ha sofrito el pollo con el jamón. Ponerlo a fuego lento y revolver de vez en cuando para que no se pegue. Cocer una media hora aproximadamente, según el tamaño de los trozos de pollo. A los 20 minutos, incorporar el vino elegido
Por cierto, lo que mola es variar de posturas
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