Los seres humanos tenemos cierta tendencia a vivir nuestras vidas como si fuéramos a disponer eternamente de ellas, descuidando a menudo el presente en aras a un futuro que ni siquiera sabemos si llegará a aparecer, como si en el fondo la vida fuese un ensayo que pudiera repetirse una y otra vez hasta que saliese bien, cuando lo cierto es que, lejos de ser así, constituye una representación única, llevada a cabo de un tirón sobre el escenario donde a cada cual le toque desempeñar su papel, sin posibilidad de vuelta atrás. Con esta falsa percepción en mientes, tendemos a posponer para un futuro ambiguo muchos de los deseos y apetencias que anhelamos llevar a cabo: un viaje determinado, escribir un libro, lanzarse en paracaídas, hacer submarinismo, rafting o cualquier otra actividad. A veces no pareciera sino que en vez de vivir, lo que hacemos es un continuo esperar. Pensamos que tenemos todo el tiempo del mundo y esperamos por ello a que lleguen las circunstancias ideales o la mejor ocasión para llevar a cabo determinadas cosas, sin darnos cuenta de que los años pasan volando y que puede ocurrir que tal ocasión o dichas circunstancias ideales no se presenten nunca.
En fin, ¿cuáles son las cosas que queréis o habéis querido experimentar pero que por una razón u otra no hacéis más que posponer y posponer, pensando que tenéis todo el tiempo del mundo?
|