Iniciado por Blueberry
Ni para camarero, ni para limpiador, ni para cajero de supermercado, ni para repartir propaganda por los buzones.
En estos trabajos, una cuarta parte del trabajo es la tarea en sí, y las otras tres cuartas, el andarte espabilado y despierto, para que salga la tarea adelante, prevenir problemas, cumplir tiempos, saber cuidar la apariencia de que se hace bien y rápido, trabajar en equipo, o en armonía con los demás. Y aprender a no cargarse con los marrones de otros, clientes o compañeros, que abundan los que quieren aprovecharse del novato.
Yo en períodos de paro, cogí trabajos de limpiadora, camarera y call center, que la gente con carrera se cree que es "hacerlo y ya, no?", y cuando te ves ahí, si no traes tablas, te las tienes que hacer por el camino.
Estuve un tiempo en una panadería, y para probarme, me soltaban a mí sola en el mostrador cuanto más gente había. Al principio, intentaba memorizar el orden de la cola (inexistente porque la gente se agolpaba) y memorizar lo que pedía cada uno, resultado: gente que saltaba, porque me había puesto a atender a otro que se supone que iba detrás; equivocarme al servir, por tratar de memorizar de una todo lo que pedían. Y las de la panadería, observando como caía y quedaba en evidencia en público, sin tener técnicamente la culpa yo de nada.
Cambio de chip. Y ninguna de las compañeras me enseñó. Estaba trabajando de más.
-¿Qué desea?
-Pan A, B y C.
En vez de intentar traer los 3 a la vez, y equivocarme o dejarme alguno, traigo A y B. ¿Desea algo más?
-Sí, el C.
Traes el C.
-¿Desea algo más?
-Un poco de D.
Para atender al siguiente, en medio de esa masa de gente maleducada que se agolpa a ver si se cuela, ya no me molesto en aprenderme la cola de memoria, lo intento, pero para cubrirme las espaldas:
-¿Siguiente?
Que se arreglen ellos. A ver quien sale delante y si se pelean es cosa de ellos.
Así empecé a despachar pan sin agobiarme en exceso y llevarme marrones.
En el trabajo de limpiadora, tuve suerte con la compañera más mayor, que me hizo de madrina. Me aleccionó bien desde el principio:
-De 8 a 10 haces las oficinas. De 10 a 12 las habitaciones. Maneja tu tiempo para hacer exactamente eso y que no te sobre, porque vendrán a colocarte "ir a ayudar a Fulana, que es más lenta". No, que espabile Fulana, si la ayudas es sólo porque está enferma. O que te paguen a ti. No sea que te digan: qué bien que lo has hecho y qué rápido: friega también las escaleras en el tiempo que has adelantado (en vez de pagarte horas extras)
-Si no despejan las mesas, no levantes papeles para limpiar. Limpias solo lo despejado. Es su responsabilidad dejártelo libre para limpiar. No sea que luego ellos digan que "la de la limpieza me movió las cosas y el informe se me perdió", o "lo ha debido coger la que limpia". Y se quitan ellos sus marrones de oficina culpando a la Kelly, que es muy práctico.
-Donde debes asegurarte de que brille: la entrada de las oficinas. Por ahí pasa todo el mundo. Una pelusa en un rincón es perdonable, esa no. Toda la oficina dirá "Blueberry no trabaja porque hay una pelusa en plena entrada, lo hemos visto todos". No me hagas el tonto de sacar brillo a las esquinas y fastidiarla en la entrada".
Otro aspecto: aprender a evitar que te carguen culpas los compañeros de trabajo por lo que ellos han hecho mal.
"Blueberry, el domingo que libré y tú cubriste mi parte, no limpiaste bien eh! A ver si te espabilas! Que corrí el armario y saqué una pelusa asíiiiii de grande"
(ojo como recalca en voz alta que "corre los armarios")
(porque obviamente yo no iba a correr su armario el día que le estoy cubriendo)
-Pues si tan grande era y tan escondida estaba, no podía haberse hecho el domingo, llevaría allí mucho más tiempo.
(deberías haberla limpiado tú hace rato)
(vas lista si te crees que voy a hacer la limpieza profunda en tu parte, cuando libras, para que te lleves el mérito y el día libre)
En estos trabajos, de éstas, aprendes una cada día. Hay que andar despierto.
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