- Por qué no estamos acostumbrados a que las cosas no nos salgan como queremos y nos empeñamos en conseguirlo a pesar de que el universo entero nos muestra que por ese camino vamos mal.
- También puede ser una falta de autoestima, de no creernos merecedores de un buen trato. Creemos que el amor es sufrimiento y es todo lo contrario. Nos complicamos la vida más de lo necesario cuando las cosas son más fáciles.
- Los amigos (si son realmente amigos) quieren lo mejor para nosotros pero no siempre hay que hacerles caso.
- No hay necesidad de sufrir, quizá se tenga miedo a la soledad o a perder todo el tiempo invertido, miedo al abandono y a mirarnos de frente a un espejo y saber quienes somos y qué queremos.
- Quizá no se sepa decir adiós hasta que nos estampamos. Pero en el futuro y mirándolo con perspectiva sabrás que fue la mejor decisión. No sé que te habrá pasado pero si te preguntas si eres feliz y la respuesta es no y encima la cabeza dice sal corriendo, será mejor que lo hagas
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