Hola, fistros,
tengo la suerte/desgracia de haber estado en los dos lados del tema. Por un lado, con 18 añitos tuve un rollete de una noche con una chica, a la que le prometí el oro y el moro llevado por el momento. Y sin embargo, al volver a verla casi no podía mirarla a la cara, porque me daba vergüenza saber que aquellas palabras partieron de un momento especial, de un estado de ánimo que no se iba a repetir.
Al cambio, he tenido un par de relaciones en las que me he quedado con las ganas de saber por qué se fueron sin decir palabra. Y aunque me quedó la sensación de que igual fue algo que dije, o que no dije, con el tiempo he deducido que en realidad no era algo concreta, sino que más bien era falta de química, o diferentes aspiraciones para el futuro.
Así que lo mejor es no darle más vueltas y seguir adelante. Si quieres, buscate otro amiwito para hacer guarreridas sesuales, o espera a que se te pase un poco el mal de amores, que según como tampoco es bueno precipitarse.
¡Un abrazo!
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