14-Dec-2015
|
|
Moderador Brujo
Usuario Experto
Registrado el: 01-January-1970
Mensajes: 20.822
Agradecimientos recibidos: 7233
|
La primera pregunta, por tanto, es: ¿Podemos ser adictos a una persona? El psiquiatra Sergio Oliveros explica que una adicción es más “una dependencia de algo que genera una tolerancia”, es decir, algo que con el tiempo disminuye su efecto, y por lo tanto, necesitamos aumentar la dosis, produciendo una abstinencia específica cuando se interrumpe el consumo. Por ello, aunque en algunas relaciones puede verse cierto paralelismo con esta definición, el psiquiatra prefiere hablar de “necesidades de dependencia infantiles no resueltas”, que conllevan “la idealización o mitificación de la persona amada o deseada, los conflictos masoquistas no resueltos, es decir, sentirse merecedor de un castigo estableciendo un vínculo de dependencia con el verdugo, y la obsesión por la otra persona”, por ello, desde su punto de vista “podemos ‘engancharnos’ a una relación con una persona real, pero también, hacerlo con una persona imaginada o personaje que represente un conflicto interno”.
Profundizando más en esta cuestión, el psicólogo Miguel Ángel Rizaldos matiza que “la adicción a personas evidencia una forma de relacionarse basada en la dependencia emocional del otro”. Así, “el adicto a personas necesita con tanta angustia la compañía del otro, que acepta cualquier cosa con tal de no estar solo. Incluso aparece algo similar al síndrome de abstinencia”. No se trata de un tema baladí: “dicha adicción atenta contra la autoestima y la salud emocional, e interfiere negativamente en la vida social de quien la padece, generando vínculos contraproducentes a su alrededor”. Lo más preocupante es que trata de casos bastante comunes y, como explica el experto, es uno de los motivos de consulta más habituales en un gabinete de piscología.
http://smoda.elpais.com/moda/por-que...ecir-adiccion/
|
|
|