Por qué hay mujeres que no les gusta ponerse guapas o sexys

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Te voy a hablar de mí, no me refiero a cada caso porque no lo sé, pueden haber muchas razones.

Me impresiona a menudo leer cómo las variedad de tendencias actuales se empeñan en destruir a la persona en sí, casi la arrinconan para que así sea.

Esa personalidad debe ser destruida por completo, debe ser disfrazada, debe ser modificada, debe terminar siendo alguien totalmente distinto que ya ni él mismo reconozca. Dicen "eso es positivo, eso es fluir".

Yo pude ser una de ellas, pero no me gustó lo que vi de mí misma. No me gustó cuando ni sabía quién era y ese ser en espera de mimetizarse con algo no me pareció querible, cuando era algo siempre lleno de carencias y necesidades esperando ser resueltas. Y al gusto del que quisiera darme el yo que se le antojara o desecharlo cuando se cansara.

Tratan de ponerle poesía a ello, tratan de ponerle arte para que no se vea grotesco, tratan de sentarle inspiración para que asemeje espiritual. Pero, es brutal como suena.

El haberle dado la oportunidad a un yo que piensa y que observa, que no es un seguidor sumiso, me ha permitido realmente entender lo que sucede en el entrelíneas.

¿Y qué realmente soy?, porque no soy silla, ni soy una parte, ni soy una mujer maquillada para que a otros les apetezca mirarme, ni soy arcilla para que me moldeen a su antojo. Soy en último término un alma distinta a otras almas que veo apagarse una a una, anuladas, sin ser ellas y temiendo serlo, sin haberles llegado a conocer. Y cuando les has conocido y querido cuán doloroso es verles hoy ausentes.

Y me pregunto qué realmente somos: ¿somos el producto de una escuela, de una familia, de una sociedad, de las modas de un tiempo y sobre todo de las creencias de quienes nos ordenan como ser?. Nada de eso es inamovible, todo eso necesita de nuestro oxígeno para seguir respirando, todo eso puede ser muy distinto en un siglo o décadas. Nada de eso soy.

Y lo único real que veo en mí, es que soy alguien que observa, alguien que ve el artificio, que acusa el golpe y que cada día sigue enterándose más de qué va todo.

Hay quienes dicen que cuando fallecen pueden ver toda su existencia con sus consecuencias, es curioso... porque ya puedo ver varias de las mías y a veces puedo angustiarme sin saber cómo remediarlas. Y también las de los demás, las que hay entrelíneas y puedo sentir lo que está delante de todos, paseándose y dejando un mal olor que parecen pocos percibir. Veo cómo dicen mentiras burdamente elaboradas y pocos se dan cuenta.

Pero, también puedo sentir la presencia y ver las pistas de algo inmenso, lleno de sabiduría, porque la sabiduría la dan las vivencias, el respeto y amor. Y la sabiduría nos llega al final del camino.

Puedo ver las huellas, como pisadas de ese amor inmenso, de ese respeto, de ese hacer con cariño. Y eso sí te hace sentir humilde, a veces sí me gustaría tener una ínfima parte de algo que se asemeje a ese respeto, amor y comprensión. Sé que hay gente que ha pasado y ha tenido esa real inspiración, esa que te conmueve de felicidad. Que sientes indudablemente que sí hay una inspiración. Puedes verlo, porque está ahí también a la vista de todos tanto como lo contrario y sólo hace falta mirar, poner de verdad atención, realmente escuchar y pensar.

Se necesita ir más lento, dejar a un lado por un momento todo aquello que te absorbe y tomarse el tiempo para hacerse preguntas, para revisar tu vida y lo que ves en ella, no para revolcarse sino para aprender y otro tanto más para entender.

Parece una pregunta fácil de responder y no algo que pueda ser contestado con tanto detalle o profundidad. Pero, a veces las cosas implican mucho más de lo que aparentan.

Yo vivo en sociedad y respeto las normas legales, pero de ahí a encajar en la presión social... Fundamentalmente, no voy a agotar mis recursos ni anular mi ser para parecer yo qué sé a quién sabe quién...

...Y no quiero oír nunca más en mi vida a alguien decir que te calles, porque lo único que le importa es lo que puedes hacer en la cama.