¿A que no te atreves a decirle a la chica que te gusta alguno de estos piropos picantes? ¡Cuidado! Que algunos son para que se ruborice al oírlos.
Me gustan tus ojos, me gustan tus celos, pero lo que más me gusta es tu trasero.
Como quisiera ser Tarzán, para ir de rama en rama, hasta llegar a tu cama.
Me gusta el chocolate, me gusta el turrón, pero más me gustaría pasar la noche en tu colchón.
Quisiera ser tu hija, para que me contaras un cuento y me llevaras a la cama.
A Dios le pido trabajo y a ti, mujer, lo de abajo.
Con esa pierna, ¿para qué la otra?
Me gustaría ser un fósforo y que tú fueras una vela para verte derretir cuando te dé candela.
Me gustaría ser voluntario de tu cuerpo.
De ese pastelito yo me como un pedacito.
Quisiera ser Heidi para pasear por tus praderas.
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