Estos piropos guarros son para decirlos solamente si eres en verdad caradura. No a todas las chicas les agrada escuchar piropos guarros, pero tal vez ganes algo de crédito por tu osadía. Después nos cuentas cómo te ha ido, ¿vale?
¡No te lo vas a creer, pero yo hace 30 segundos era maricón!
¡Tanta carne y yo en cuaresma!
Con esa mirada tan dulce me dan ganas de chuparte un ojo.
¡Los ángeles no tendrán espalda, pero qué cola dios mío!
Quién fuera mecánico para meterle mano a ese motor…
Estás como el panadero me la recomendó, para amasarte todita.
Estás como el queso de dieta: “ricota”.
Quisiera ser jabón para recorrer tu cuerpo.
Los chicos son como la fotografías: se revelan en la oscuridad.
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