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¡Qué pregunta difícil! Básicamente, nadie puede arriesgar una respuesta sin haber atravesado esta situación tan dolorosa. En efecto, cuando nuestra pareja nos engaña rompe toda la confianza que supimos depositar en él o en ella. Es una traición no solamente a nuestra relación presente –que probablemente ya haya estado deteriorada antes de la aventura- sino también a todos los bellos momentos pasados que hemos compartido y que, por momento, no podemos recordar sino con dolor.
Tal vez el amor que aún sentimos sea más grande que el sentimiento de despecho, y queramos a toda costa hacer borrón y cuenta nueva. O quizá, por el contrario, no le permitamos al otro decir una sola frase como defensa antes de arrojar sus discos compactos favoritos por el balcón y tirar su camisa predilecta al excusado. Sea como sea, antes de tomar cualquier decisión, hay ciertas cosas que debes tener en cuenta.
¿Quién sacó la verdad a la luz?
Perdonar una infidelidad es mucho más difícil si te enteraste del hecho por una tercera persona que vino a decírtelo, porque tú mism@ encontraste a tu pareja “con las manos en la masa” o porque descubriste determinado mail o mensaje de texto que te puso sobre la pista. Seguramente, además de dolid@ por la traición, esto te haga sentir humillad@. Resulta imposible saber, además, las intenciones de tu pareja con respecto a su aventura: ¿por cuánto tiempo te la hubiera seguido ocultando?
Sin embargo, si es el otro quien vino a confesarte la verdad –con lágrimas en los ojos, manifestando verdadero arrepentimiento y todas las intenciones de que nunca vuelva a suceder algo parecido- no es tan fácil pedirle, de buenas a primeras, que se vaya para siempre de tu vida. Ojo: esto tampoco implica que debas perdonar sin más.
¿Es la primera vez que sucede?
Si, después de largos años de un noviazgo o un matrimonio feliz, tu pareja ha tenido lo que parece ser un desliz momentáneo, es factible darle una segunda oportunidad. El tiempo que han compartido puede servirte como un motivo para no tirar la relación a la basura de un día para el otro, aunque la confianza de momento se haya perdido. Tu pareja debe darte todo el tiempo que necesites para que vuelvas a reconstruirla.
Sin embargo, si ya en un pasado has sabido perdonarle una infidelidad, y no obstante él o ella ha vuelto a engañarte, déjal@. Evidentemente, no se ha arrepentido de nada y seguirá poniéndote los cuernos en cada oportunidad que tenga. Te mereces a alguien que sepa valorarte y que no se arriesgue a perderte. Te mereces a alguien mejor.
¿Estás planeando vengarte?
Puede ser que tu primer impulso, al enterarte de la infidelidad, sea el devolver la misma moneda. Perdonarl@, sólo para vengarte con la primera persona que se te cruce. Error. No caigas en la tentación de combatir fuego con fuego. Nadie te sanará la herida provocada por el engaño de alguien a quien amas, y solamente conseguirás destruir lo poco que aún mantiene la relación con vida.
Si, efectivamente, decides perdonar una infidelidad, debes hacerlo con la convicción de que no volverás a echarle en cara los errores del pasado. Debes creer en el otro cuando te dice que no volverá a lastimarte, para de a poco ir reconstruyendo la confianza y el amor. Si no te crees capaz de hacerlo, lo mejor para ambos será separarse definitivamente.
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