Tuve una serie de problemas con unos jefes que me llevaron a pedir a otro, que me gusta/gustaba desde hace tiempo aunque él no lo sabe, ir a trabajar con él. Quedó algo desconcertado y me dijo que lo pensaría. después de insistir en que me diera una respuesta me habló de muy malos modos, me dijo que por allí no me quería, que mis jefes ya tenían a un sustituto en mi lugar (eso lo dijo en un tono de voz odioso y sibilino del tipo "vete cuanto antes que a ellos les da igual" con la clara intención de herirme) e incluso se dedicó a sacar trapos sucios de mi pasado. Le supliqué pero no hubo manera.
Después fui a hablar con él cara a cara y, más tranquilo, llegamos a una solución intermedia: no entraría a trabajar directamente en su oficina pero estaríamos en contacto, y le ayudaría en cosas que necesitara. Dijo que tal vez todo había sido un malentendido, que podíamos empezar de cero y que le perdonara si había sido desconsiderado. me pareció bien.
Pasadas unas semanas, la humillación que me infligió persiste y no puedo perdonarle y ni quiero, las palabras que oí me duelen cada día más. ¿Qué hago? ¿Le llamo y le digo que se olvide de mi ayuda? ¿Espero a ver cómo va el trato con él y si puedo llegar a "olvidar" un poco lo hijo de **** que fue conmigo?
¿Perdonáis fácilmente a quien os hace daño, si luego os piden perdón?
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