Ya sabes mi historia, pong. Y te comprendo perfectamente, como tú a mí supongo.
Dicen que si nos aman de verdad, se darán cuenta y volverán pero ¿y si nos amaban y si nunca se hubieran ido no nos hubieran dejado de amar? ¿Y si nos dejaron de amar realmente por culpa de ese viaje?
Has visto Family Man? Es una película de Nicholas Cage en la que él tiene que hacer una viaje para estudiar fuera. En el aeropuerto su novia le ruega que no se vaya, que se vayan a vivir juntos, que teme perderle. Él la consuela y se marcha. Probablemente algo parecido a lo que nos ha sucedido. La película deja ver que si no se hubiera ido, tal vez no hubiera tenido todas las riquezas del mundo, pero hubiera conservado lo más importante: el amor. Se fue y lo perdió. Él la amaba, seguro. Pero la distancia hace que dejes de sentir tan intensamente...
...tal vez tú y yo seamos la excepción, pong. Yo llevo sin verla desde febrero, pero la sigo amando con todas mis fuerzas. Puedo hacerme el animado, puedo esforzarme en dejar de pensar en ella, puedo ignorar sus recuerdos... pero no puedo hacer que mi corazón deje de sentir. Sé que ella es la elegida por mi corazón, y prueba de ello es lo que siento cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo. Ojalá ella pudiera sentir lo que yo siento. Ojalá se dé cuenta. Ojalá vuelva. Pero día a día vas asumiendo que día que pasa, día que ella sentirá menos por mí. Y allí quién sabe si estará acompañada por otro que la ha engatusado. Me gustaría saber lo que siente de verdad. Ella me dijo eso, pero lo pongo en duda. Ella me habló de casarnos algún día (hace muy poco), ella me dijo que lo que más ilusión le hacía en este mundo era compartir su vida conmigo, porque se encontraba conmigo. Por qué tuvo que irse?
De una cosa estoy seguro, y es que nadie la va a querer jamás como yo lo hice y hago. Ojalá se dé cuenta.
Y te diría una cosa. Si tienes oportunidad cuando vuelva, y aún la amas, queda con ella, abrázala y mírala fíjamente a los ojos. Intenta buscar su amor a través de la mirada, no la palabra. Es lo único que nos queda, amigo mío.