Bulldozer: Los sueldos de los futbolistas por astronómicos que parezcan son una ínfima parte del negocio del fútbol, la corrupción que se ha apoderado de este deporte: las sobrefacturaciones, los retornos, el tráfico de influencia a la hora de favorecer a unas empresas sobre otras, o bancos sobre otros, la utilización política de las "torcidas", en fin... la lista es interminable.
Es como cuando un político se rasga las vestiduras por los sueldos que él y sus camaradas cobran, no, ojalá cobraran más, en blanco, pero pudiera tenerse un control real sobre las operaciones económicas que llevan a cabo. Un político, un juez, un dirigente, a veces ni siquiera tienen que actuar directamente, con sólo mirar para otro lado, con simular distracción, pueden ocasionar pérdidas miles de veces superior a su sueldo.
|