He podido descifrar (como cuando se encontraron por primera vez los jeroglíficos egipcios) que esta chica encontró a un chico que la miraba y la cautivaba en el momento justo en que estaba pasando por un mal momento debido a que las lagartas de sus amigas le habían dado de lado. Sin embargo ahora no aguanta la pobre ese sufrimiento porque se ve que no se atrevió a decirle nada al chico (el de la mirada cautivadora), lo cual me hace pensar que una mirada cautivadora vale mas que un puñado de lagartas.