Habían pasado ya largas horas después de que sonara aquel teléfono, teléfono en el que ella todavía contemplaba la pantalla absorta, la había dejado. Sí, para siempre. Un simple adiós, una simple “confusión”, que él necesitaba “tiempo para pensar”. Lo peor de todo aquello es que Ellen se sentía desbordada, desbordada de los recuerdos que él le había dejado, desbordada de las infinitas promesas que salieron un día de su boca y que ahora jamás se harían realidad.
Otra lágrima resbaló por su mejilla, era tan cruel. Él ya no tendría que pensar en todo lo que habían vivido juntos, pero ella sí, buscándole el error a todo lo que había hecho para llegar ahora y estar completamente sola. Jake, ¡JAKE! Deseaba gritarlo, deseaba darle un abrazo y que él la volviese a besar, deseaba que le volviese a agarrar de la mano con ese cuidado que a él siempre le corresponde y susurrarle que “La quería” pero Ellen bien sabía que nada de eso iba a suceder y que ahora lo que le correspondía a ella era olvidarle, olvidar todos esos recuerdos que permanecían tan grabados en su piel. “ Son imposibles de borrar.- Se decía.- Están permanentes en mi alma y en mi corazón. ¡Oh, Dios mío! Lo amaba tanto, había puesto tanta ilusión en su ser. Y es que daría mi vida, mi vida por una simple sonrisa suya. Por que me mire y me diga que me ama por última vez. Por que me bese y el roce de sus labios contra los míos me hiciese vibrar como él tan bien sabe hacer.”
Ellen cerró los ojos, estaba tan cansada de llorar. Le dolía la cabeza, y el corazón le sangraba tanto... ¿Por qué siempre había tenido tanta mala suerte en el amor? ¿Por qué al final siempre las cosas acababan de la misma manera? Ella llorando, intentando levantarse del suelo, de la caída. Reconstruyendo la muralla que cubría su alma que, a pesar de ser de piedra con un único soplo se había desplomado............
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::ojalá no me sintiese así::
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