Hace un tiempo iba yo por la calle ensimismado, pensando en mis cosas, y algo llamó mi atención…, era una bella melodía, y mi corazón se iba alegrando por momentos…, ni os podéis imaginar mi decepción cuando vi evolucionando hacia donde yo estaba a una triste furgoneta con un altavoz en su parte superior, o techo, desde donde era emitida la tan bella melodía.
Hoy en nuestra sección sobre oficios que se están perdiendo, hablaremos de uno al que todos, seguramente, le tenemos un especial cariño: El oficio de afilador
No se si os habréis percatado de que en nuestras ciudades, pueblos, aldeas, caseríos y/o poblados gitanos se ve menos a esos artesanos, y eso es algo que nos lleva, a algunos, a reflexión. ¿A que puede ser debido ese descenso de vocaciones?
El afilador, también llamado amolador que, antiguamente, incluso eran reparadores de paraguas, es un comerciante ambulante, ofrece sus servicios de afilar cuchillos, tijeras y otros instrumentos de corte.
Hasta no hace muchos años, el afilador transportaba su industria en una bicicleta o motocicleta, cuyos pedales o motor accionaban la rueda de amolar. Modernamente, a lo largo del siglo XX, los afiladores urbanos tendieron a establecerse en locales situados dentro del recinto de los mercados o en la calle. Estos comercios suelen tener una doble función, tanto lugar de trabajo para el afilado de herramientas de corte como punto de venta de las mismas.
La bicicleta o motocicleta ha sido modificada en forma que en su parte trasera lleva montada el esmeril mecánico con una piedra de afilar que emplea para afilar los objetos cortantes. Recorre las calles de la ciudad o poblado y para anunciar su cercanía suele emplear una pequeña flauta de Pan de cañas o plástico como silbato, llamado chiflo, la cual sopla haciendo sonar sus tonalidades consecutivas, de grave a agudas y viceversa.
A comienzos del siglo XXI apenas se ven por las calles.
Chiflo
El próximo día hablaremos de un oficio que, lamentablemente, esta perdiendo su glamour de antaño: el de prostituta. Según parece cada día hay mas intrusismo y/o amateur, y el oficio, tal como lo conocíamos, se esta perdiendo. Pero esto será en otra ocasión
(Fuente Wikipedia, Tobías)
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