Odio al amor. Amor al odio.

HBoagart

¿Estará pensando en mí?

¿Cómo puede ser?, después de tantos, tantos meses. Después de tantos cambios de pensamiento. De esperanzas. De objetivos. Noto cada día que pasa como el tiempo me moldea. Como la parte subconsciente de mi cerebro emprende su propio viaje hacia la madurez. Ya no imagino mundos. Ya no siento impulsos nerviosos que me hacían volar. Ya no experimento el mundo en su grandiosidad. Ya no. Ahora percibo la realidad de otro modo. Todo es subjetivo, pero objetivo a la vez. Centro mi atención en la realidad que se me presenta, no intento imaginarla, simplemente la juzgo ante mis ojos. Puedo verme a mí mismo hace unos años observando la misma escena y puedo sentir la infinidad de pensamientos que se me habrían pasado por la cabeza. Puedo ver a alguien que siento que ya no soy. Y el determinar a esa persona como alguien ajeno a mí, no hace más que confirmar que algo ha cambiado.

Yo era un niño de 22 años con esperanzas. El mundo era mío. Podía hacer cualquier cosa y llegar a donde quisiera. Estaba eufórico y motivado y a la vez entusiasmado por saber que cada segundo que pasaba era un segundo menos que me quedaba para encontrar a la persona especial a la que siempre he estado esperando. Mi alma gemela con la que compartiría el resto de mi vida. Fue entonces cuando apareció ella.

Conocerla fue mágico. Nunca había sentido una conexión así con nadie. Era un sentimiento muy poderoso que surgía con furia de lo profundo de mi alma. Ella era mía y yo era suyo. Al margen de lo terrenal y la experiencia, en el mundo astral, algo muy fuerte nos unía y ambos lo habíamos notado. Era como si estuviéramos hechos el uno para el otro. Como si nos conociéramos de toda la vida. Mi sensación era la de haberme vuelto a encontrar con aquella persona con la que solía andar, pero que hacía mucho tiempo no veía.

Ella me completaba, me comprendía, y me idolatraba. Me dijo las palabras más bellas que yo jamás había escuchado, ni siquiera a otras personas. Componía la música que hacia vibrar mis entrañas y me hacía sentir tan lleno y satisfecho con la vida, que realmente no deseaba nada más. Me enamoré y por consiguiente quedé ciego ante la magnificencia de sus actos. No podía ver con claridad, simplemente perdía mi mirada en el horizonte de sus ojos. Ella me cantaba. Tenía una voz hermosa y profunda. Provocaba el escalofriante rizo de los pelos de mi nuca. Más de una vez llegué a soltar alguna lágrima de felicidad. Y es algo de lo que no me avergüenzo. Aun hoy día la escucho cantar en mi cabeza y siempre la acompaña ese agridulce sentimiento.

Apenas nos conocimos un mes. Fue todo una locura. A la primera semana, yo ya estaba viviendo con ella. Durante la segunda semana ya había conocido prácticamente a toda su familia quienes me adoptaron y me trataron como a uno más. Realmente llegué a sentir que esa gente era mi familia. Apenas los había visto un par de veces pero ya los reconocía como de los míos.

Durante el resto de la relación nuestros sentimientos continuaban creciendo de manera exponencial. Hasta que finalmente me di cuenta de la terrible verdad. Su larga relación con su expareja le había causado estragos. Quizás tantos como los que ella me ha causado a mí. Ella había sido transformada, había escapado de su ciudad natal y se había aventurado sola a un nuevo entorno donde no encajaba.

Entonces me conoció a mí. Según nuestras largas charlas, los sentimientos anteriormente reconocidos entre nosotros eran reales. Ella sentía todo eso y más. Pero estaba en un momento de su vida de cambio, de transición. Estaba perdida y necesitaba encontrarse. Yo no hacía más que estorbar. Crearle sentimientos opuestos y confusos. Se sentía agobiada. Pero yo pude ver algo más. Algo que hizo saltar la chispa del fuego de la demencia. Me di cuenta de que, todas aquellas canciones, aquellos poemas, aquellas hermosas palabras, no eran para mí, sino para él. Al fin comprendí la letra de sus canciones. Un mundo entero se derrumbó para desvelar un mundo completamente nuevo, más claro pero, más oscuro.

La única decisión razonable en ese momento, la locura. Decidí darle un tiempo. Pues la amaba demasiado como para dejarla marchar. Ambos lloramos y nos abrazamos largo rato. Recordare estas palabras que dije, porque se repiten en mi memoria a cada instante, cada día: Pase lo que pase quiero que sepas, que eres la mujer de mi vida. Tumbada sobre la cama se giró entre sollozos y me dio su último beso. Noté en ese instante como aquello era real, como el corazón literalmente de me partía. Aquello era el adiós.

Largos meses he marchado bajo la luz de las estrellas. Por la noche, solo, deambulando de un lado para otro a causa del alcohol. Pensando solo en ella. Pensando solo en mí. He analizado cada uno de los rincones de mi mente. Me he puesto a prueba a mí mismo y he logrado alcanzar el nivel máximo de mis posibilidades. Se ha impuesto en mí una nueva forma de pensar. Una forma crítica, analítica. Donde uno se lo cuestiona todo. No digo que no vaya a evolucionar más allá de este estado, pues solo tengo 23 años y aún me queda mucho por aprender. Digo que hoy en día, tengo controlados el 100% de los aspectos de mi ser. Sé exactamente que puedo y que no puedo hacer.

Pero hay algo que todavía se me escapa. Algo que todavía no he alcanzado a entender. Ni siquiera a sentir. Es como si esa parte de mi ser ya no existiera. No puedo encontrarla porque ya no está ahí. Hablo del amor. Si pienso en el amor, pienso en ella. ¿Por qué? es algo que me cuestiono cada día. Sé cómo es ella. Sé que ha cambiado. Sé que se ha perdido todavía más al buscar su camino. Sé que si me pidiese volver de nuevo yo respondería que no. Pero ¿por qué no? Ese sentimiento sigue ahí. Ese vínculo especial. Yo aún puedo sentirlo. Siento que ella también puede sentirlo. Supongo que es una cuestión de autoengaño. De instinto de supervivencia. Si un lobo toca una valla electrificada aprenderá a no volver a tocarla, por muy suculentas que estén las ovejas al otro lado. He sufrido tanto, sigo sufriendo tanto por su culpa… No quiero volver a tocar esa valla.

Siento que no volveré a amar a ninguna otra mujer en mi vida. Solo la deseo a ella. Desde que la conocí, ya no me fijo en otras mujeres. Se han convertido en las grandes amigas que puedo o no puedo tener, pero ¿amar? Todo mi amor se lo entregué a una única persona. Una persona que lo ha rechazado.

Pasan los días y me centro en mis quehaceres. A veces paso días enteros sin pensar en ella, puede que incluso semanas. Pero cuanto más tardo en recordarla, más doloroso resulta su recuerdo y más vacío me siento por dentro. No puedo dejarla marchar. No quiero olvidarla pues sería olvidar la parte que antaño me hacía humano. Sin amor, no soy nada más que un cascaron en proceso de descomposición y el odio en sí, solo es una extraña expresión de amor. Necesito odiarla y quererla para sentirme vivo. Solo sintiéndome vivo puedo alcanzar a ver lo muerto que estoy.



No escribo esto en busca de ningún tipo de consejo. Simplemente necesitaba expresarme. Expresarme por cada persona que alguna vez ha sentido algo así en su vida. Por cada persona a la que han rechazado. Por cada persona que ha amado y ha perdido. Lo he escrito por mí. Lo he escrito por ella.

Diazepam

Hay un momento en la vida, que casi todos afrontamos alguna vez, en los que aprendes que el enamoramiento no es amor y que Disney no existe. Suele resultar devastador, pero sin vivir nada de esto, es complicado conocer el verdadero amor, aquel que nunca tiene como reverso el odio, sino el honesto deseo del bien y la felicidad del otro, así como la comprensión intrínseca de su imperfecta humanidad, tan alejada del ser de luz extraordinario de quien nos enamoramos en un principio y que realmente no existe.

Danteojos

Antes que nada, permíteme que te felicite con efusividad por esa manera tan extraordinaria que tienes de expresarte y transmitir tus emociones a través de la palabra. Te aseguro que es el tuyo el mensaje más conmovedor y bello que he leído hasta ahora en este foro. Y lo más asombroso de todo es que proviene, si es verdad lo que afirmas, de una persona que sólo tiene 23 años. ¡Verlo para creerlo! Mejor dicho en este caso: ¡leerlo para creerlo! Tienes todos mis respetos, HBoagart

Respecto al caso que expones, yo creo que si tanto amas a esa chica, deberías intentar un nuevo acercamiento. Si tu sensibilidad es tal y como se desprende de este hilo que has abierto y, lo más importante, tu capacidad de expresarla en vivo es similar a como lo has hecho aquí, pura poesía para resumirlo en pocas palabras, creo que terminará rendida a tus pies, salvo que tuvieras alguna tara extraña oculta que pudiera hacerte repulsivo a sus ojos, que imagino que no es el caso… Fíjate, siendo yo hombre heterosexual, casi te diría que me has dejado tan deslumbrado que me entraron ganas hasta de besarte, y si hubieses sido una chica se me habría a buen seguro acelerado el corazón Así que casi que pondría la mano en el fuego de que, una vez ella haya superado los traumas de esa relación anterior, podrás reconquistar su corazón con relativa facilidad.

Y en el peor de los casos, esto es, que no lograses enamorarla (algo que me parece casi imposible con esa manera que tienes de expresarte), decirte que es completamente falso eso de que no volverás jamás a amar; todo lo contrario, sospecho que serán muchas otras las mujeres a las que amarás, porque alguien como tú es puro sentimiento, es amor en sí mismo, así lo dicen tus frases, así lo dice esa manera de hilvanarlas, así lo dice el alma que fluye a través de tus palabras.

TheReckless

Jesucristo, tus palabras me han removido las entrañas ¡¿23 años?! Vaya vaya... da gusto leerte

En cuanto al tema, estoy segura que varias mujeres llegarán a tu vida antes de dar con la definitiva. No obstante, mi opinión es que tienes que cuidarte de esa efusividad e ímpetu a la hora de hablar de amor. Ya comeprenderás porqué, cuando conozcas a otra mujer.

¿Por qué terminó la relación? Sería un dato interesante de saber...

Esa conexión entiendo que pueda ser única, con una única persona, pero si abres más tu mente verás que entre la fantasía y la realidad hay un gran abismo. Unirlo, solo lo hace la mente humana. Puedes idealizar o puedes amar de una forma más humilde, puedes odiar, o puedes simplemente aceptar, puedes explotar o avanzar. Dado que eliges las primeras opciones, creo que la cosa no va de amor, sino de ti. Hay algo dentro de ti que se muere por salir, por sentirse comprendido, protegido y amado.

De ahí la tendencia a idealizar, para algunas personas la realidad en sí les resulta aburrido y monótono. Es cuestión de persepectiva, no de idealización para que la visión cambie.

Yo he comprendido cosas hoy día sobre el amor, que antes me parecían inconcebibles incluirlas en tal concepto. Porque lo idealizaba. El amor no es un oleaje salvaje, el amor son más como aguas cristalinas y tranquilas. Al tumbarte en la orilla más próxima, sentirías una gran paz, un equilibrio, una cuasi certeza absoluta de saber que las aguas no te arrastrarán a lugares extraños ni perdidísimos. Tu amor vivido son más esas aguas turbulentas, que se agitan con rabia e ímpetu, que tienen ganas de "mover", de trasladar, de cambiar. Y eso es lo que ha pasado. La relación que creías auténtica y única ha dejado de serlo.

Tengo claro que tu sensibilidad merece apreciarse, pero trata de sacarle el mejor de los provechos, que te lleven a aguas cristalinas y verás como así nunca sentirás rabia ni odio, solo equilibrio y aceptación. Ese es el buen camino (:

Un saludo!

Tranceunto

No te voy a dar un consejo, ni nada. Se que decirte que el tiempo lo curo todo es tan inútil como verdad, pero esto ya vendrá.
Sólo escribo para decirte gracias, de las más sinceras, para haber podido leer semejante obra de arte. Se que solo me habrá llegado un % muy bajo de lo que siente así que simplemente ánimo!

fightforadream

Vaya compañero... yo también tengo 23 años, cumplidos hace 2 meses aprox, con 22 conocí a mi primer amor, el cual perdí o me dejo como se prefiera..., ese al cual noche tras noche le dedico un buen rato de mi pensar.

La verdad que ha sido leerlo y wow, siento casi lo mismo en todo lo que has dicho, lo que pasa que yo no podría expresarme de tal forma! te has expresado increíblemente bien, como dicen por aquí, que alguien con nuestra edad se exprese así es admirable.

Un abrazo fuerte compañero, te acompaño en ese sentimiento créeme.

solari110

La verdad que es increíble la forma con la que te expresas! La forma en que contaste todo me atrapó. Quizás no haya sido el momento de ambos. Estaban en diferentes tiempos. Quien sabe no?
Darle su tiempo es lo mejor que podes haber hecho para con vos, porque estar en una relación "ficticia", en la que ella seguía colgada de su ex, era perder el tiempo y vivir algo que no era.
El tiempo quizás no ayude a que las heridas sanen, pero si ayuda a que cierren, y te ayuda a poder aceptar y convivir con esa ausencia.

Cada dolor te hace más fuerte, cada traición más inteligente, cada desilusión más hábil y cada experiencia más sabio.