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Usuario Novato
Registrado el: 04-January-2011
Ubicación: México, D.F.
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Hola, les escribo desde el Distrito Federal ( México ) para plantearles lo que me recientemente me sucedió.
Durante la mayor parte de mi vida casi siempre he tenido relaciones con mujeres, la mayoría han sido satisfactorias, pero también he de confesar que he tenido algunos encuentros sin trascendencia con algunos chavos. Sin embargo recientemente conocí a una persona que desde el momento que lo ví, sentí algo difícil de describir con palabras, pero trataré.
Por medio de mi trabajo lo conocí, él iba a la empresa en donde laboro frecuentemente, con el paso de los días y de las semanas fuimos haciendo amistad hasta que un día me animé y lo invité a tomar unas cervezas, a lo que él gustosamente aceptó. ( Debo aclarar que él es un hombre de 29 años, casado, con hijos y hasta el día en que lo conocí supuestamente 100% hetero ), yo por lo tanto mantengo un noviazgo con una chava a la que quiero, pero no me llena por completo, pero bueno, no nos desviemos del tema principal.
Salimos a la cantina, estuvimos conversando de temas muy variados, y me la pasé de lujo con su compañía, por fin pude disfrutar de su inigualable presencia.
Todo quedo ahí, posteriormente nos seguimos viendo en la empresa, y se dió una segunda salida, luego una tercera, y cada vez que lo veía yo sentía que las piernas me temblaban, pero por mi condición y status en la empresa no me podía dar el lujo de dar un paso en falso ya que representaba un enorme riesgo si algo salía mal. Cabe aclarar que él es de extracción humilde, más bien obrero, y que por mi condición frente a la de él pues a mi me tocaba pagar todos los gastos que se generaran.
Por fín, después de varias salidas y al calor de los tragos, me armé de valor y le confesé que era curioso, pero que últimamente estaba sintiendo algo muy extraño hacia él, algo que nunca había sentido hacia otra persona de mi mismo sexo ( cosa que es verdad ) y que me gustaría seguir tratando el tema en otro lado, ya que en el bar había muchas distracciones y quería hablar con él en privado.
Sugerí ir a otro lado más tranquilo, y el preguntó " ¿ A dónde podríamos ir ? " y yo le contesté que a cualquier otro lugar con menos ruido, le dije vámonos y en el camino decidimos, a lo que accedió.
Pagué la cuenta ( como siempre ), abordamos mi auto y salimos sin rumbo fijo, me detuve en una vinatería a comprar más licor, y llegamos a un parquecito muy acogedor que al caer la tarde justo en el momento que llegamos, nos regaló una postal única.
Traté de distraerlo con varios temas hasta que me dijo " Bueno, pues ya estamos aquí, y la neta me dejaste medio intrigado con lo que me comenzaste a decir en el bar ".
Supe en ese momento que era ahora o nunca, ya no había vuelta atrás. Y comenzé diciendo lo siguiente:
Sé que lo que vas a escuchar a continuación quizás te moleste, te haga sentir incómodo, o no sé de que manera lo vayas a tomar, pero necesito decírtelo. Desde que empezamos a salir te he estado conociendo, escuchando, analizando, y me he dado cuenta que lo que siento por tí es algo mas que una simple amistad. Lo he pensado mucho y estoy dispuesto a proponerte ir un poco más allá con nuestra amistad. Entiendo que eres un hombre casado, con un compromiso social y familiar, pero mi propuesta es intentar y probar algo diferente para ambos, algo que no hemos vivido hasta el día de hoy, mi propuesta es el invitarte a explorar nuestra dualidad y seguir manteniendo a la par ésta relación de amistad que ya tenemos, pero apoyada con un poco más... ¿ Hasta dónde hemos de llegar ? No lo sé, hasta donde el destino lo permita, pero mi propuesta es el invitarte a iniciar ésta aventura juntos, hombro con hombro y hombre con hombre, con discreción, respeto, y ¿ porqué no ? También con pasión y entrega...
No pude decir más. Mis labios quedaron sellados por un profundo beso, seguido de la frase: " Ahí tienes tu respuesta ".
A partir de ése día y durante casi medio año, comenzaron nuestros verdaderos encuentros llenos de pasión, de entrega, de cariño, de respeto, de compañia y de apoyo. Yo sentía que estando junto a él el tiempo se detenía, me sentía lleno, completo, felíz y realizado, pero yo también sentía que él me correspondía a todo lo que le proponía, ir a diferentes lugares, hacer cosas diferentes, etc.
Cabe mencionar que a veces cuando no iba por la empresa y tenía ganas de verlo, le llamaba a su celular, y generalmente como le llamaba por la noche me contestaba su esposa ( uups ) con la que curiosamente y sólo por teléfono llegué a desarrollar una buena comunicación.
La última ocasión que nos vimos, él se puso a tomar demasiado, se sentía algo deprimido, y no se pudo controlar, comenzó a llorar como un niño, y lo que nunca antes en nuestros encuentros había sucedido, sucedió. ME PIDIO AYUDA, que no lo dejara caer, que lo sacara del pozo en el que se encontraba, a lo que yo con el corazón hecho pedazos de verlo así le contesté que contara con ello, que lo que necesitara me lo dijera e inmediatamente lo iba a tener, ya fuera dinero, apoyo, compañía. Ese día como nunca le abrí mi corazón... Y también mi cartera. Los puse a su disposición, pero él nunca me pedía nada, era orgulloso, y nunca quiso aceptar nada fuera de lo que consumíamos juntos.
Yo me sentía totalmente realizado, y le daba gracias a Dios de haberme puesto una persona como él en mi camino que haya sido lo suficientemente capaz de complementar mi vida en todos los sentidos, y que yo estaba haciendo lo posible por complementar la suya de una manera incondicional...
Ese día me contó cosas de su vida muy íntimas, y duramos casi hasta el amanecer del día siguiente abrazados, consolándonos, y a mi se me hacía raro verlo así, pero me dije a mí mismo: Quizás es el alcohol el que nos ha puesto así.
Pasó una semana, y no fué a la empresa, pasaron dos semanas, y tampoco. Llamé a la empresa preguntándo por él, pero me dijeron que había dejado de ir 15 días atrás sin siquiera avisar. Le marqué a su celular... Y el temor más grande que siempre había tenido, en ese momento se hizo realidad... El celular ya no funcionaba... Era mi única forma de contactarlo aparte del trabajo...
En ese momento me di cuenta que YA NO ESTABA, y lo único que pude hacer es sentarme en mi escritorio, sentí que la sangre se me bajaba a los pies, una sensación de vacío tan grande que hasta el día de hoy, cuatro meses después la sigo sintiendo como si hubiera sucedido ayer...
¿ Qué pasó ?, ¿ En qué fallé ?, ¿ Qué fué lo que hice mal ?, ¿ Qué fué lo que lo motivó a retirarse así de mi vida ?, ¿ Porqué no me llamó si él tiene mi número de celular ?, ¿ Habrá tenido problemas con su esposa por llegar tarde cada que me veía ?, ¿ Quizás se estaba involucrando sentimentalmente tanto como yo, pero no quiso seguir adelante ?, ¿ Porqué no hablar y decir las cosas de frente como siempre lo hice yo con él ?
Son cuestionamientos que siguen en mi mente, y que no sé de que manera los voy a resolver... Me siento vacío, derrotado, siento que perdí la batalla que yo ya consideraba ganada, me veía a futuro con él... Y ahora, no sé que hacer, no sé de que manera proceder... Nunca me imaginé que algo así me fuera a suceder.
Gracias por leerme, espero sus comentarios.
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