Dicen que las malas experiencias pueden ser enriquecedoras si aprendes de ellas porque nos hacen crecer como personas.Yo todavia no lo veo claro, pero bueno.Lo que sí creo es que hay que pagar un precio por todo aquello que conseguimos y,a cambio de alcanzar esa madurez emocional, serenidad, tablas o como cada uno quiera llamarle,que nos dan dichas experiencias, se quedan en el camino otras cosas, lo cual provoca una sensacion de desencanto general.
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