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Buenas y un saludo a todos los correos.
Escribo aquí más como una terapia de desahogo, porque tanta cosa me tiene muy abrumado y mi cordura está flaqueando.
Verán, más o menos hace cinco años conocí a una chica de la que me enamoré. La conocí en su trabajo, lugar que yo frecuentaba muy poco, pero desde que la conocí me volví asiduo solamente por verla a ella.
Aunque yo soy muy tímido, no me resultó difícil hablarle, y mucho, pues poco a poco salimos del ámbito laboral, eso quiero creer pues por mi parte así fue, y comenzamos a salir, inicialmente como amigos, pero llegó lo inevitable y me enamoré, al comentárselo me dijo que se sentía halagada pero no me podía corresponder, porque aunque no tenía pareja, no quería una relación, que lo único que podía ofrecerme era su amistad.
Si, admito que actúe mal al aceptar eso sí yo la veía con otros ojos, pero no sé, en su trato, en sus acercamientos yo notaba que había algo más: besos, abrazos, caminar de la mano y llegué a sentir que quería que yo la enamorara.
Lo intenté por tres años, pero su respuesta siempre fue que solo me consideraba su amigo, y el día que encontró mi reemplazo y empezó a tratar a alguien más de la misma forma me despedí y me alejé de su vida, solamente una vez me buscó para decirme que no quería perder mi amistad, pero le dije que ella sabía que yo no podía ser solo su amigo.
Y ahí se me vino el mundo encima, todas sus amigas me escribían al facebook para llamarme egoísta, que no supe valorar su amistad, que solo quería llevarla a la cama, que el otro tipo si la trataba bien y que estaba mejor con el. Cerré mi facebook y todas mis redes, cambie de celular y me fui a vivir y trabajar a otro pueblo, no muy lejos pero al fin y al cabo en un lugar que ella no conocía.
Pasaron dos años y siempre me sentí culpable y como un miserable por no haber guardado su amistad.
Pero el pasado lunes reapareció.
No sé si en el trabajo, o uno de mis amigos le dió mi dirección, y en la noche, de regreso a mi casa la encuentro en la entrada del edificio queriendo hablar, no niego que me sorprendió, y todavía con su recuerdo a flor de piel nos sentamos a conversar en las escaleras, me reprochó haberme alejado y me decía que le hice mucha falta, le respondí que yo comprendía que ella solo me pudiera dar más que su amistad, y que como teníamos objetivos diferentes era imposible esa amistad.
Su respuesta me asombro, me dijo que quería intentarlo conmigo, que se dió cuenta que soy una persona valiosa, aturdido le pregunté por el otro y me dijo que con el no había nada que solo eran amigos. No sé si esperaba que corriera a sus brazos, pero mostró cara de extrañeza cuando le dije que yo no quiero retomar el contacto con ella, que quiero olvidarla. Me insistió, me pidió que lo pensará y se fue.
Ayer me escribió a mi correo, un correo al que no había escrito por más de dos año pidiendo vernos, y le respondí, mintiendo, que yo estaba bien sin ella y que mejor dejemos las cosas tal como están.
Hoy de casualidad, uno de mis viejos amigos, del grupo que compartíamos pasó por el pueblo y me vio entrar al trabajo, y de afán me comentó que desde ayer esta chica se la pasa diciendo en su Facebook que soy una persona mentirosa que la engañe haciendole creer que sentía algo por ella, que era orgulloso y soberbio, que me creo el Dios que nunca se equivoca y que ya me verá cuando pida de rodillas una oportunidad.
Por dios, a quien mate?, No entiendo todo esto. Que mal le hice para que ahora que soy yo el que no quiere estar con ella venga a enfadarse de esa manera.
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