Tener descendencia es una de las decisiones más importantes de la vida, conlleva resposabilidad, un gasto económico anual importante y una nueva configuración en la relación de la pareja.
Por tanto es una postura que debe de ser consensuada y aclarada con la pareja mucho antes de que llegue ese momento, casi diría que para evitar malos entendidos, es uno de los proyectos de vida común que deben despejarse, sea para tenerlos o para no tenerlos. Si no se hace así (o lo que acostumbra a ser peor, se esconden posturas) luego pueden llegar las desavenencias que han acabado en múltiples rupturas.
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